Antes de llegar a la cena

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el vestido es ceñido al cuerpo, con los hombros descubiertos,el color es  del tono perfecto para hacer que mi piel brille y mi figura luzca; los zapatos son perfectos y hermosos no demasiado altos y lo bastantes cómodos para estar con ellos toda la noche; el maquillaje no es demasiado pesado, pero Mía ha logrado resaltar los mejores rasgos de mi rostro.

- Dios, le vas a encantar.

Intento ponerle atención a Mía pero no dejo de escuchar la voz de Rebeca en mi cabeza.

- ¿Violet? - Me llama Mía una vez mas - ¿De verdad estas bien?

- si, lo siento... estoy nerviosa.

- descuida todo ira perfecto

de pronto escucho que tocan a la puerta.

- ya esta aquí

Mia abre lentamente la puerta y ahí esta él, con un elegante traje que le queda a la perfección, cuando me mira puedo ver por un segundo la sorpresa en su rostro.

- ¿que te parece? - pregunta Mía sonriendo

Nathan no responde solamente se queda ahí sin apartar la mirada de mi

- bueno, es hora de que yo me arregle así que adelante disfruten de la velada.

caminamos al elevador en silencio y eso no esta ayudándome, ¿No le gusta como me veo? ¿el vestido y el maquillaje ha sido demasiado?

El elevador abre sus puertas y Nathan me cede el paso, yo entro y justo cuando las puertas cierra, me giro hacia él.

- Nathan...

- lo siento - dice mientras las puertas del elevador se cierran 

Estoy por preguntarle que pasa, pero cuando se gira para mirarme, lo que encuentro es una mirada llena de deseo.

- Este vestido es demasiado para mi

y sin mas se acerca y comienza a besarme. 

Siento como sus manos recorren mi cuerpo, mientras la calidez de piel atraviesa la tela de mi vestido, puedo sentir la delicadeza con que sus manos me atraen lentamente hacia él, mientras sus labios descienden y besan mi cuello. yo no me resisto y coloco mis manos en torno a su cuello mientras susurro su nombre. Nuestras miradas se encuentran por unos instantes antes de que nuestros labios se toquen nuevamente, cuando siento que el aliento comienza a faltarme Nathan se aleja lentamente, besa mi frente y sonríe.

- es una desgracia que tengamos que ir a una cena - dice mientras coloca su frente junto a la mía.

Yo no digo nada, solamente intento controlar mi respiración.

- tengo algo que me gustaría que usaras esta noche - me dice sonriendo, mientras me toma de los hombros - date la vuelta

- ok - respondo un poco nerviosa.

Me quedo quieta mientras miro mi reflejo en la puerta del elevador, mis mejillas han adquirido un saludable rosado, por suerte el labia de Mia ha resultado ser sumamente resistente y no se ha corrido ni un poco. Estoy mirando mi reflejo cuando veo que Nathan coloca algo sobre mi cuello. Es una gargantilla  de plata que tiene pequeñas piedras de color verde y rojas, El diseño parece antiguo y es claro que no es una baratija.

- ¿te gusta? - pregunta mientras intenta cerrarla en torno a mi cuello.

- es hermoso - digo tocando el collar.

- Te queda perfecto - dice mientras cierra el broche de la gargantilla. y justo cuando termina de hacerlo siento como deposita un beso en mi cuello. 

Me giro lentamente mientras nuestras miradas se encuentran, no hay forma de que lo niegue por mas tiempo, se lo que siento.

- Nathan yo...

De pronto las puertas del elevador se abren.

- Perfecto, ya están aquí - Dice la voz de Agata en cuantos nos ve

-que se supone que tengo que hacer

- sonreir y divertirte, lo demás no nos importa.

Dice tomando mi mano y saliendo finalmente del elevador.





500 dias diciendo: Te amo TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora