Una Cenicienta Moderna

Capitulo 23

Corrí todo lo que pude, las lágrimas caían de mis ojos y no me dejaban ver, pero yo seguí corriendo. Llegué a un parque, me senté en un banco y empecé a sollozar. Mi mejor amiga y mi novio... No me podía creer la mala suerte que tenía en las relaciones. Yo confiaba en Carlos, él me demostró en varias ocasiones que me quería, ¿para qué me quería? ¿Para irse con otra a la primera ocasión?

-¿Maddi? ¿Qué te pasa? -genial, allí estaban José y... Ángela. Seguro que ella era cómplice.

-Nada, dejadme en paz.

Se alejaron y estuvieron hablando unos 5 minutos, luego Ángela se fue y José se quedó conmigo.

Me paso un brazo por los hombros mientras yo seguía llorando a moco tendido. Cuando me calme, empezó a hablar.

-Maddi, dime que te paso. ¿Tiene que ver con Carlos verdad?

-Si. Él... Él... -empecé otra vez a sollozar al recordar el momento en que les vi juntos. -Él me puso los cuernos con Lidia.

-¿Vos estás segura? No le creo capaz de hacerte algo así, él te ama.

-Lo vi con mis propios ojos. -me levanté del banco y empecé a caminar de un lado para otro. -¿Dónde vamos a dormir? ¿Qué vamos a hacer?

-Tranquila, podemos volver a casa o ir a casa de Carlos, otra opción no tenemos. -se quedó pensando. -¿Vos no teniais un apartamento?

-Si. Eres un genio José. Pero tenemos que coger las llaves de mi casa.

Decidimos que José entraría y buscaría las llaves, sin decir nada de mi. Llegamos y José entró, a ver si esto acaba bien...

Carlos POV

Dios mio, es celosa. La amo cada vez más. Pero podría dejarme que la de una explicación, si solo me escuchara un minuto... 

-Yo me voy. Tranquilo, que cuando la enseñes lo que hicimos se la pasara el enfado. -dijo Lidia, y se fue.

Yo fui al salón y volví a mirar el vestido que la hicimos. Azul cielo, estilo princesa, con piedras preciosas y sin mangas. Estuvimos todo el día trabajando en el y aun falta un poco para acabarlo. Lidia es la reina de la costura. Mañana iremos a comprar unos zapatos y un bolso.

El regalo debe estar listo para el lunes, que es el cumple de mi Maddi. Y como no tenía mucho dinero, Lidia me propuso hacer el vestido yo mismo, con su ayuda. Pero cuando Maddi vino pensó mal. Tengo que encontrarla para explicarselo, no podría vivir sin ella.