Maddi POV
Al salir del instituto, Lidia y yo fuimos a la heladería. Mientras charlábamos, yo seguía desconcertada por la pregunta de Carlos.
¿Cómo lo sabía él? Ahora que me acuerdo, Adrián tenía un mejor amigo al que lo contaba todo. Pero es imposible que ese sea Carlos ¿no?
-Maddi. ¡Maddi! -gritó Lidia -En los últimos días estas siempre en las nubes.
-Lo siento Lidia, ¿es que te acuerdas lo que me pasó con Adrián?
-Si... Carlos será amigo de Adrián por eso sabía... O Dios. ¿Sabrá también por qué ha roto Adrián contigo?
-No lo sé... Y eso me preocupa.
-Tranquila todo tiene una solución.
Me fui caminando hacia el instituto, después de haberme despedido de Lidia. Pero al doblar la esquina, me choque con quien menos queria ver, Carlos.
-Oh. Perdón Maddi.
-Nada. -agaché la cabeza y pasé junto a él, pero sentí que me agarraba el brazo.
-Quiero hablar contigo sobre... Adrián.
-No me importa lo que quieras decir para defender a ese cabrón.
-Tienes razón es un cabrón y mucho más.
Le miré y él se apoyó en la pared soltando mi brazo.
-Él... Ya no es mi amigo. Mi ex novia me puso los cuernos con él y cuando se lo pregunté me dijo que está muy buena y que a él no le importaba yo nada. Mi mejor amigo. ¿Te lo imaginas?
Me quedé en shock, al fin había visto alguien su verdadera cara. Pobre Carlos, debió de sufrir mucho y por su cara de dolor se nota que le afectó bastante.
-Yo... Lo siento por ti. -dije intentando consolarle.
-¿Quieres ir mañana a alguna cafetería y hablamos tranquilamente? Por favor. Tengo algunas cosas que contarte.
Estaba en duda, ¿y si era todo una trampa, un juego? Además, mañana no podía quedarme otra vez después de clases.
-Lo siento, pero no puedo.
-¿Y en el recreo?
-Vale. -acepté sólo para que me dejase ir.
Llegué justo a tiempo, mi hermanastra salia por la puerta.
-Adela! Hola. Gracias por todo.
-De nada guapa. Sabes que te quiero. -dijo sonriente. -Vamonos a casa antes de que diga algo mi madre.
Nos fuimos andando y charlando animadamente. Adela siempre hacia todo lo posible para que yo tuviese al menos una vida aceptable, y muchas veces me defendió delante de su madre.
Al llegar a casa, por suerte hoy había cocinera y yo pude ir a mi habitación y estar tranquila.
-Maddi, ve a comprar esto. -dijo la bruja tendiendome una larga lista. -Adela acompañala.
Salimos y fuimos al supermercado. De pronto llega un chico y abraza por detrás a Adela susurrandole algo al oído. Ella se ruborizó y se asustó al acordarse de mí.
Habló algo con el chico y ése se fue, dejándonos solas.
-Maddi, ¿me acompañas a la cafetería y te lo explico?
Nos dirigimos hacia la cafetería y allí empezó a contarme:
-Verás, ese es mi novio Fernando. Tiene dos años más que yo y llevamos saliendo 5 meses. Yo... No quería que nadie se enterase. Mi madre no me deja tener novio y además si se entera de que ya no soy virgen... Me va a matar. Él es especial, le quiero mucho y no soportaría vivir sin él. Porfavor guardame el secreto, te lo ruego.
-Te lo prometo, no te preocupes. Pero deberás tener cuidado y protegerte. Confía en mí, sabes que nunca te traicionaria.
-Gracias.
Nos dirigimos hacia casa contentas, pero al entrar algo hizo que me diera un vuelco de corazón. Algo malo había pasado, lo presentía.
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Una Cenicienta Moderna
Romansa-Mira niñata, tu papá se ha ido, así que vas a hacer lo que yo diga si no quieres que te eche a la calle ¿vale? -su voz me asustaba, y ahora que ya no estaba mi padre, no tenía a nadie que me defienda. -Niña te he preguntado algo, y no me has contes...