Me desperté en el salón, con Carlos abrazándome. Al echar una mirada divisé a José y a Ángela en la otra punta. Estaban... Abrazados. Ángela estaba con la cabeza sobre el pecho de José y él estaba abrazandola con un brazo.
-Buenos días, princesa. -susurró Carlos a mi lado. -¿Qué tal has dormido?
-sssh -le dije señalando a los otros dos con la mirada.
Carlos se levantó y me cogió la mano. Me condujo a la cocina y se dispuso a preparar el desayuno.
-Maddi... Quería preguntarte algo.
-Dime.
-A mí Adrián me dijo cosas sobre... Tu familia.¿Me podrías contar algo tu misma para saber si lo de Adrián es verdad? Si no te molesta claro.
-Pues... Verás... -justo en ese momento entraron en la cocina José y Ángela.
-Hola pajaritos. ¿Habéis dormido bien? -dijo Carlos con tono burlón.
-Cállate tonto. Que he visto que tu tampoco has dormido mal -le respondió Ángela mirándome de reojo. Yo me sonrojé y aparté la mirada.
Tras acabar de desayunar, decidimos dar un paseo. José y Ángela se habían hecho buenos amigos e iban delante hablando.
-Esto... Maddi ¿podrías acabar de decir lo que querías decirme en la cocina?
-Lo que pasa es que temo que si te lo cuento hagas lo mismo que hizo Adrián. -reconocí avergonzada.
Me giró hacia él y me tomó la cara con sus manos.
-Nunca haría eso. Te lo juro. Eres demasiado importante para mí. -veía en sus ojos la sinceridad. Se fue acercando a mí y me depositó en los labios un suave beso.
No sé si estaba preparada para volver a confiar plenamente en un chico, pero Carlos parecía sincero aunque... A lo mejor estaba mintiendo. No sé qué creer.
-Maddi!! ¿Estás bien?
-Si, si. Vamos a por los otros. -me agarró del brazo.
-¿No me vas a contar eso? -dijo con una pizca de decepción en la voz.
-¿Qué tal si lo dejamos para otro día? Pero no te enfades porfavor.
-¿Cómo me podría enfadar contigo? Entiendo que aún no estés lista y esperaré -me miró con una sonrisa tranquilizadora.
Le devolví la sonrisa y nos apresuramos a llegar hasta donde estaban Ángela y José. Fuimos los cuatro a una cafetería y tomamos unos refrescos, José y yo acompañamos a Ángela y Carlos a su casa y luego volvimos a la mía.
Al abrir la puerta, mi madrastra vino corriendo. Al verme, levantó la mano dispuesta a pegarme pero al ver a José, la bajó y fingió preocupación:
-Niña inmadura, podrías haberme llamado, cariño. Si sabes que yo siempre te dejo salir pero la proxima vez avisame porfavor.
-Vale Nu... Madre. -la dije
Fui a mi habitación real y me tumbé en la cama. Unos minutos después alguien llamó a la puerta.
-Pasa
-Hola Maddi. -dijo José entrando en mi habitación y cerrando la puerta tras él. -Tenemos que hablar.
-Dime -le dije levantándome de la cama.
-No creas que no he visto que tenes miedo a tu madrastra. Decidme la verdad Maddison ¿te ha pegado alguna vez?
¿Que le podía decir? ¿La verdad o una mentira? Mi corazón me empujaba hacia la verdad, mas mi cerebro me obligaba a decir la mentira.
-Maddison, quiero la VERDAD.
-La verdad es que... -decidí seguir el consejo a mi corazón. -Sí.
-Maddi... -dijo José acercándose para abrazarme. -Lo siento por vos. Y lo siento por no haberme dado cuenta.
-No... No pasa... Nada -le dije limpiando mis lágrimas. -Pero lo peor de todo es que ella fue la que mató a mi madre... De una forma indirecta.
-¿¡Qué!? No puede ser. ¿Por qué pensas eso?
-Es que encontré unas cartas en las que ella contaba todo lo que había hecho. Pero ella las quemó.
-No es por nada pero... ¿estás segura?¿Qué ponía en las cartas?
-Pues... -justo en ese momento entró Adela.
-Hola Maddi. ¿Interrumpo algo? -dijo mirando a José.
-No. Adela este es José un amigo de la infancia va a vivir unos meses con nosotros. -me giré hacia José -José esta es Adela mi hermanastra.
-Buenas Adela. Encantado.
-Hola José. Lo mismo digo. -dijo Adela sonriendole -Maddi, tenemos que hablar.
-¿José nos dejas unos minutos solas porfavor?
-Claro. -salió y cerró la puerta.
-Dime Adela -me giré hacia ella
-Pues... Verás... ¿recuerdas a Fernando? -dijo nerviosa, algo me decía que no quería escuchar lo que quería decirme, pero pese a todo afirmé con la cabeza -Esto... Buff. No sé cómo decirlo... Creo... Creo que... Estoy embarazada.
Me quedé en shock total, si su madre se enteraba la iba a matar. Tenía que ayudarla, ella siempre me había ayudado.
-¿Estás segura?
-Sí. Llevo 3 meses sin regla y me hice un test que salió... Positivo.
-Ooh. Dios mio, Adela, ¿que vas a hacer? ¿Se lo has dicho a Fernando?
-No. Yo... Quería preguntarte si me acompañas al decirselo.
-Vale... En 10 minutos estoy lista.
-Genial. Me voy a llamarlo. -dijo aliviada, después de darme un abrazo.
Me vestí con unos vaqueros azul claro, una camiseta rosa fluorescente y una chaqueta vaquera. Bajé y me dirigí con Adela hacia Starbucks, donde habíamos quedado con Fernando.
Él, al verme, se quedó un poco sorprendido. Pero se levantó y le dio un beso a Adela.
-Fernando... Tenemos que hablar.
-Claro cielo. Dime. -dijo un poco nervioso.
-Buff.. A mi me gustas mucho... Pero... -al ver que Adela no seguía hablando y Fernando estaba impaciente decidí tomar el mando.
-Fernando, Adela está embarazada. Lo más probable es que de 3 meses. Tú eres el padre, ¿estarías preparado?
Vale, ya lo dije, ahora queda ver su reacción. Pensé que iba a tirar la mesa o a gritar, pero lo que hizo me dejó totalmente desconcertada y por lo que vi, a Adela también.
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Una Cenicienta Moderna
Romantizm-Mira niñata, tu papá se ha ido, así que vas a hacer lo que yo diga si no quieres que te eche a la calle ¿vale? -su voz me asustaba, y ahora que ya no estaba mi padre, no tenía a nadie que me defienda. -Niña te he preguntado algo, y no me has contes...