—Alya, ¿tienes un minuto?
Al día siguiente, antes de que empezaran las clases, Adrien buscó a la morena para que lo ayudara con el asunto de Marinette. La chica estaba leyendo en un banquillo y levantó la vista al oír la voz de su amigo.
—Claro, ¿Qué pasa, Adrien?
—Es sobre Marinette. Tengo la enorme sospecha de que Matt la maltrata —soltó el rubio sin rodeos.
Alya abrió mucho los ojos y se tapó la boca con las manos.
—¿Estás seguro?
—Las pruebas son claras. Siempre tiene moretones en los brazos. Pero no solo eso, ¿no te has dado cuenta que ya no sale con ninguna de ustedes? ¿O que casi no sonríe? Y ella era muy risueña. Además, dejó el diseño de moda porque ese tipo le dijo que era una pérdida de tiempo.
—Maldición, yo sabía que era una relación extraña, pero jamás pensé que sería tan terrible —dijo Alya con pesar.
—Debes hablar con ella o algo. A mí no me va a escuchar, y cuando he intentado decirle algo, siempre defiende a ese bastardo y se enoja conmigo.
La campana de inicio de clases interrumpió la conversación.
—Gracias, Adrien —dijo Alya— ya veré que puedo hacer y te cuento.
Adrien asintió con la cabeza y fue a su salón.
Al entrar, vio a Marinette y, a pesar de que la chica intentaba ocultar su rostro, se fijó que en el labio tenía un feo corte, marca del golpe del día anterior.
Ese maldito las va a pagar.
(~🐞~)
Esa tarde, un akumatizado volvió a hacer estragos en la ciudad. Cuando Ladybug llegó, Chat Noir ya estaba peleando contra el rival. Lucharon sincronizados y lograron sacarle el akuma y purificarlo.
Cuando se dieron el golpe de puños habitual, Chat Noir se fijó en el rostro de Ladybug.
—¿Qué tienes ahí, mi lady? —dijo el chico señalándole una herida en su labio.
—Nada, me... golpeé en casa con un mueble —respondió la chica con despreocupación.
Chat Noir se acercó un poco más y, con cuidado, le tomó uno de los brazos, por sobre la muñeca, haciendo que la chica hiciera una mueca de dolor y lo retirara de inmediato.
No puede ser.
—Ya me tengo que ir, gatito —dijo Ladybug, yéndose con prisa, dejándolo solo con sus confusos pensamientos.
La moteada entró a un callejón y deshizo su transformación, saliendo como la simple Marinette. Caminó un poco hacia el centro comercial donde la esperaba Matt. Lo saludó con un beso y se encaminaron al cine.
Unos minutos antes de entrar, Marinette recibió una llamada de Alya.
—Alya, cómo estás —dijo Marinette al contestar.
—Muy bien, amiga, ¿y tú?
—Todo bien.
—Me alegro. Oye, Luka regresa a Paris y Juleka le está organizando una fiesta de bienvenida el viernes, ¿te anotas?
—¿Luka regresa a Paris? ¡Genial! —exclamó Marinette entusiasmada, hasta que vio el ceño fruncido de su novio— pero... no sé si pueda el viernes. Yo te aviso, ¿bueno?
—Está bien, amiga, pero intenta ir. A Luka le encantará verte... y también a todos nosotros—dijo la morena.
—Ajá. Bueno Alya, te corto, que voy a entrar al cine con Matt. Nos vemos.
—Ya. Cuídate. Que estés bien —se despidió Alya.
Marinette cortó la llamada y miró a su novio.
—¿Quién es ese Luka por el que te pones tan contenta? —comentó él con interés.
—Es el hermano de Juleka que se fue a estudiar a Londres hace un año. Me cae muy bien y el viernes vuelve y le harán una celebración —explicó Marinette.
—Y supongo que quieres ir —dijo el chico.
—Me encantaría.
—¿Y quién más irá?
—Pues Juleka, obviamente, y Rosita. Supongo que Mylène, Iván, Alya, Nino, Adrien...
—Creo que no deberías ir —la interrumpió— además, ese viernes estará en el cumpleaños de mi madre ¿recuerdas? Y no podría acompañarte. Y sabes que no me gusta que salgas sola.
—Tienes razón. Creo que podré ver a Luka en otro momento.
—Claro. Ahora vamos que nos perdemos el inicio de la película.
Marinette asintió con la cabeza y entraron a la sala.
(~🐾~)
—Es Marinette —masculló Adrien con las manos en la cabeza— todo este tiempo fue Marinette.
—Vaya, creí que jamás te darías cuenta —comentó Plagg, quien se tapó la boca de inmediato.
—¿Tú lo sabías? —exclamó Adrien mirándolo.
—Claro que sí, pero sabes que no podía decirte nada, incluso aunque quisiera.
Adrien se acostó boca arriba sobre su cama tapándose la cara con las manos.
—Todos estos años estuve enamorado de Marinette y no me di cuenta. Soy un estúpido. Si lo hubiera sabido... si le hubiese dicho lo que sentía, quizás esto no habría pasado. Quizás no estaría con ese imbécil —se lamentó.
—¿Y no te molesta que Ladybug sea simplemente Marinette? —inquirió Plagg.
—Al contrario. Marinette es una persona maravillosa, y que sea Ladybug la hace aún más perfecta. Si no hubiese estado tan cegado por mi lady, probablemente me hubiera fijado en ella...
—Pero como Chat Noir nunca te hizo caso —insistió el kwami— ¿Por qué con Adrien sería diferente?
—No lo sé... porque no uso máscara y podíamos conocernos sin secretos. Y quizás hasta hubiera logrado que se olvidara del otro chico del que estaba enamorada y ahora estaríamos juntos y felices...
—Regresando al mundo real, qué vas a hacer para alejarla de su novio.
—Ya le pedí ayuda a Alya. Veremos qué hacer...
Adrien fue interrumpido por su teléfono.
-¿Aló?
-Hola Adrien, soy Alya —saludó la chica al otro lado de la línea— oye, este viernes llega Luka a Paris y Juleka está preparando una bienvenida, ¿te gustaría ir?
—¡Por supuesto! Hace mucho que no vemos a Luka, será genial.
—Invité a Marinette, pero no sabe si vendrá... —comentó Alya con tristeza— de todos modos, allí podremos ver qué hacer con ella para convencerla de que salga de esa relación tóxica.
—Genial. Marinette tiene suerte de tener amigas como ustedes.
—Y de tenerte a ti también —rió la morena— ya, te corto. Nos vemos mañana en la escuela ¡adiós!
—Hasta mañana.
Adrien cortó, sonriendo.
De seguro Luka sabrá cómo ayudarnos.
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Aunque tú no quieras
Fiksi PenggemarMarinette era una chica alegre, pero durante el último año escolar empezó a encerrarse cada vez más en sí misma sin dar ninguna explicación. Siendo Ladybug, podía liberarse por unas horas, pero aún así, su vida personal comenzó a afectar su trabajo...