→25

6.4K 1K 298
                                    


La mansión era enorme. Y no había nada ni nadie más que arboles a su alrededor.

-Wow -Dijó MinHo al verla.

-Vaya, hace demasiado que no vengo aquí.

JiSung comenzó a caminar hacía la entrada, la seguridad lo reconoció, y lo dejaron pasar enseguida.

JiSung se adentró tranquilamente. Dentro era elegante, y a la vez moderno, clásico y a la moda. Minimalista y sin perder el estilo Vintage. Había una armonía entre colores y estampas.

El Señor Han era exigente con la limpieza y el cuidado del hogar.
Subieron las escaleras, directo a la oficina. Y al abrir, nadie.

¿Su padre no estaba? Eso le resultó completamente extraño.

-Bien, mientras tanto puedo mostrarte el lugar donde crecí.

MinHo se encogió de hombros. JiSung lo tomo de la mano y comenzó a mostrarle todas las habitaciónes que había. Hasta llegar a su habitación.

JiSung se sorprendió. Había cosas que recordaba, y cosas que no.

Había una montaña de regalos envueltos en papel navideño. Libros e historietas que él solía leer perfectamente acomodados sobre uno de los muebles. Había muchos juguetes y peluches que el no recordaba, y uno que otros que tambien que eran nuevos.

Imaginó que eran cosas que su padre le compraba cuándo sentía culpa, o cuando lo recordaba. Y al no tener valo para dárselos los dejaba en su habitación. Su padre nunca iba a visitarlo. Ni para Navidad, y ahí estaba repleto de regalos navideños.

JiSung parecía asombrado.

Se adentró a su habitación, y se tiró en su cama. El olor a Jazmín que se sentía en su almohada le recordaba a su madre.

-Pasa -Le indicó a MinHo quien estaba apoyado sobre el marco.

JiSung se paro de su cama y se dirigió a su armário, abriendo de este. Seguía igual, completo de ropa, prendas caras y lujosas.

-Tu padre es extraño -finalizó MinHo, y se sentó en la cama de JiSung.

-Mi padre es un idiota.

-Yo creo que siente culpa ¿No?

-Probablemente. -cerro las puertas de el armario -Besame -dijó sin previo aviso apoyándose contra el armario.

Definitivamente JiSung era una caja llena de sorpresas.

MinHo sonrió -¿Por qué debería?

JiSung empezó a desprender los primeros botones de su camisa -Por que sino, podría portarme muy mal.

MinHo se levanto de la cama y camino acercándose hasta él -¿Más de lo que ya lo haces? -Una sonrisa juguetona se formaba en sus labios.

JiSung asintió tranquilo mientras jugaba con su camisa.

MinHo puso una de sus manos de la cintura de JiSung atrayendolo hacia él, sus narices rozaban. Poco a poco, MinHo comenzaba a bajar sus manos, JiSung mordía su labio inferior.
La atmósfera era calurosa.

Y todo se enfrió al oír el ruido de la puerta de entrada.

-Mi padre -dijó JiSung.

MinHo se separó, y lo siguió fuera de la habitación.

JiSung desde lo alto de las escaleras vió a su padre entrar. Él no lo noto.

El viejo venía agitado, con una mano en el pecho y una cara de preocupación. Pero jamás perdía la elegancia, su traje y su maletín estaban intactos. Suspiró y se reincorporó. Levantó la vista y lo vió.

Su expresión cambió a una seria.

-¿Qué haces aquí? -Su voz fuerte y potente como siempre.

-Vine a hablar contigo.

-¿Hablar o negociar?

Jisung lo pensó -A exigir.

Su padre sorprendido, formuló una sonrisa por esa astucia proveniente de su hijo y asintió.

-Que sea en mi oficina entonces.

•Euphoria• [ MinSung ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora