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Al comenzar a caminar, comenzó a cuestionarse si había sido buena idea arrojar el celular. Ahora no sabía la hora.

Se abofeteó mentalmente y luego se encogió de hombros.

La carretera estaba vacía, ni un alma había.

¿A dónde habrían ido WooJin y Jeong In versión mujer? Nesecitaba un auto ahora mismo, ni siquiera tenía dinero.

Se sentó en la tierra, cansado. Claro que no se estaba dando por vencido, sólo tomaría un pequeño descanso porque comenzaba a sentirse mal, muy mal. Cerró los ojos por unos minutos y dejó caer su cuerpo al piso -No tengo tiempo para esto -soltó

Le duele moverse, le duele respirar.

Hizó oído sordo a el sonido del ambiente. Imaginaba, tan bien, él y MinHo, un día de calor, conduciendo hacia la playa. Hasta podría perderse con él en una isla por el resto de su vida. Y si estuviera Felix, sería aún mejor. Felix con Jeong In, o Changbin, con quien lo quiera como se merece. SeungMin otra vez, conociéndolo al hablar, haciendo feliz a HyunJin, ¿era mucho pedir? comenzó a sollozar

Olor a jazmín otra vez.
Eso era el olor de su madre.

Y la melodía otra vez.
Esa era la voz de su madre.

Su madre solía cantarle antes de dormir, con esa voz tan hermosa que nunca podría olvidar.

-No te lo he dicho, pero te extaño, te extraño mucho -soltó luego -papá también, está mal, sé que él te extraña, perdonalo. -JiSung hablaba con los ojos cerrados, al aire, susurrando, parecía que sus palabras se las llevaba el viento

Y de pronto una corneta sonó, seguido de un grito.

JiSung asustado abrió los ojos y sentó en su lugar, ¿acaso había escupido un pulmón del susto?

-¡JiSung! -Nayeon bajaba de un auto -¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? ¡Vaya! Que desastre, he visto las noticias, no tenía idea.

JiSung sin que Nayeon lo viera se tapó la cara y secó las lágrimas, disimulando rápidamente -¡Neyeon! -respondió tratando de verse alegre -¿qué haces aquí? Es peligroso…

-Lo sé, pero no podía quedarme con los brazos cruzados, no después de todo lo que pasaste. Asi que me puse en contacto con uno de tus amigos, WooJin, él me dijo todo y lo entendí por completo y ahora estamos aqui, asi que, dime, ¿por qué no mejor nos vamos de aquí?

JiSung soltó un pequeño sollozo, pensaba que había encontrado a una angel con nombre Nayeon.

-Ya, ¿qué esperas JiSung? Sube, tienes algo que hacer ¿no?

JiSung se levanto, miró hacia atrás, ya ni había olor a jazmín, instaló tanto como sus pulmones se lo permitieron y gritó, ignorando el dolor -¡Que ella te perdone, porque yo no lo haré, idiota! -Si, pensaba en su padre el muy rencoroso. Volvió su vista a Neyeon, guiño un ojo y corrió hacia el auto. Otra vez, no se iba a dar por vencido, ni aunque se le volviera imposible.

-¿A dónde nos dirigimos? -preguntó Nayeon, JiSung le dió las direcciones para ir a su casa

Quedaba básicamente, lejísimos. Eso llevaba más horas de las que ya había tardado.

-Yo te pagaré el combustible luego ¿si? -dijó al final.

-Es un favor que te hago como amiga, ni te hagas problema.

Aún, aún había algo bueno detrás de todo.

Luego de un largo rato de largo camino, JiSung preguntó la hora, cada vez era más su desesperacion, porque pensaba que no iba a llegar nunca.

Mientras tanto MinHo estaba allí, en la azotea, esperando en el piso con su celular en mano.

Ni una llamada, al menos esperaba eso, estaba muy preocupado.

Su teléfono estaba repleto de mensajes de sus conocidos, los cuáles, no vería. Ni quería que nada lo sorprendiera luego.

-JiSung…¿dónde estás? ¿y si alguien te ha encontrado? -Hablaba para sí mismo -Espero que estes bien… -tomó su maleta, y del bolsillo más pequeño vió una caja de cigarros.

No era una adicción. Si fumaba, a veces. Pero sabía que no era bueno para su voz o su condición fisica. No había fumado más desde que comenzó a andar con JiSung, no lo había pensado siquiera.

Tomó la caja, aún quedaban algunos. En encendedor al lado.

Ya había olvidado por qué había empezado. Era su pasado. Pero entonces prendió uno, notó desde un inicio, había perdido bastante la costumbre. Sus pulmones se llenaron de humo otra vez.

Observaba el cielo, repleto de nubes, ya no quería pensar más.

Es como cuando sabes que algo está mal, pero aún así lo quieres. ¿Esta mal ser parte de esto? ¿Está mal tener la ambición de que alguien lo ame tanto como él a otros?

Soltó otra vez aquél aire, su mente sólo lo llevaba a lugares peores.

Al final apagó el cigarillo.
No lo llenaba, ni un poco.
No lo calmaba, ni en lo más minimo.

Sólo necesitaba estar con su pequeño como siempre, y nada calmaría su ansiedad.

Finalmente se quedó dormido. Su sueño le estaba mostrando la mejor versión de la historia.

[☁]

El cielo oscurecía, pero aún no caían las estrellas, y JiSung al fin había podido estirar sus piernas. Se despidió de Nayeon y bajó del auto. Bajaba sin trucos, sin excusas, sin orgullo ya.

No había seguridad en la entrada, esi lo desconcertó más que nada.

Algo extraño pasaba. No habia nadie al rededor. Pasó por la entrada, rodeando la fuente y las rosas espinosas que había por todo el jardín delantero.

Inhaló fuertemente al abrir la puerta, no había nadie. Subió las escaleras, hacia la oficina de su padre, él siempre trabajaba. Más al parecer no ahora, no había ruido en la oficina.

Empujó la puerta y como creyó, la gran silla giratoria de su padre estaba ocupada

-Padre -soltó JiSung, decidido.

Pero la sorpresa fué otra.


[Asdgshsls gracias, gracias por todas las estrellitas y las vistas a esta wea, lxs amo :(( ]

[Y bien, falta poco para que esta historia termine;;♡]

•Euphoria• [ MinSung ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora