Capítulo 2: Favorablemente ciego

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Una vez ya en la taberna, los pecados se dispusieron a celebrar. Elizabeth se presentó cordialmente con el nuevo miembro al tiempo que solicitaba su ayuda. A Gowther no le movilizó el deseo de justicia, más bien aceptó por el simple hecho de que se lo pedía la hija del rey. Mientras que todos bebían y comían pasando un buen rato juntos, tomé mi guitarra y empecé a tocar. Hawk comía al ritmo de mi música, en plena acción se presentó a Gowther también. Éste le hizo unas cuantas preguntas algo triviales que molestaron al cerdo. Y, de un minuto a otro, él junto a Meliodas iniciaron una conversión sobre aquel día en el que los desterraron. Luego de eso sucedió algo realmente cómico, Ban arrastró al joven de cabello rosa y puso incómodo a King, el cual se quejó y acabó desatando una serie de molestias hacía todos. Aquello acabó con un Gowther casi ciego, entrecerrando sus ojos, en garras del modo Guardián de Chastiefol. En ese instante, el apresado, ladeó la cabeza. Verlo así me dio un vuelco al corazón. Se veía increíblemente lindo. Me acerqué un poco, acordándome del rostro inexpresivo de antes. Me gustó lo que vi.

- Hermoso... -.

Ante mi comentario, los pecados voltrearon a verme. Ban, quien más exageró, abrió su boca de la forma más dramática posible.

- ¿Acabas de decir lo que creo? - Gritó entonces. 

- ¿Ustedes pueden decir que King huele a flores y yo no puedo decir que Gowther se ve bien sin sus lentes? - Regañé.

La princesa, que acababa de llegar, me miró y se ruborizó al instante.

- Es muy bonito que (Nombre) exprese sus sentimientos de forma tan directa -.

Corrí hacia ella y le di un gran abrazo. Me giré hacia Ban burlándome de él.  Es entonces que Gowther habló.

- La princesa está enamorada del capitán -.

Se desató la crisis con aquella frase, tanto Ban como King trataron de calmar a la fiera que se esperaba de Diane, sin embargo, no sucedió. Por otro lado, Meliodas se comportó muy caballeroso tras la gran revelación y se fue a conversar a otro lado.
Observé una vez más a Gowther, se veía realmente bien, eso me hizo sonreír. Por alguna razón recordé a mi hermano Ágar y a mi madre. ¿Cuán decepcionada podía estar de enterarse? Su hija con los pecados capitales, su mayor miedo.

- No te pareces en nada a ellos - Le oí decir desde la esponjosa arma.

- Soy más bien como mi padre - Me senté junto a él - Ese poder, "invasión", ¿estás en mi cabeza con él? -.

- Gowther, deberías dejar de hacer eso - Interrumpió el rey hada - Las personas suelen tener secretos y cosas privadas. Mejor sólo observa la atmósfera -.

Volvió a ladear hacia su izquierda, provocándome un paro cardíaco. 

- ¿La atmósfera? -.

Un Ban totalmente ebrio se arrojó a mis brazos, acarició mi cabello y luego me abofeteó.

- Claro... Mira, a (Nombre) le gustas sin tus vidrios - Pronunció de manera casi incomprensible.

Le empujé dando una patada. Se enfadó y trató de golpearme. King intervino para que no sé iniciara la pelea, recuperando nuevamente a Chastiefol. Se lo llevó lejos para que durmiera. De este modo, quedé a solas  con aquel Gowther casi ciego. Le permití utilizarme de bastón para caminar hacia una mesa, en ella nos sentamos enfrentados el uno al otro. Para evitar un silencio incómodo, empecé a tocar alguna melodía que recordaba. Sin notarlo, la letra se apoderó de mi, no me explicaba el origen de ella.

- "Cuidado con quien tiene los ojos de color.
Cuidado con quien goza de un dulce olor.
Cuidado con la que canta, será tu gran temor.
Cuidado, cuidate que se viene lo peor" -.

- ¿Significa que debemos tener cuidado contigo? -.

Dejé el instrumento a un lado.

- Porque era la que cantaba, ¿no? - Reí - No, no deben tener cuidado conmigo,  sólo soy una persona -.

- Pero no eres humana - Entrecerró aún más sus ojos.

- No, no lo soy - Apoyé mis codos sobre la mesa - Soy una bruja.

Se me quedó viendo atentamente, quizá demasiado. Debió hacer un esfuerzo sobrenatural para identificarme.

- Leí que las brujas son muy sabias, deben tener una gran cantidad de conocimiento para sus prácticas mágicas - Se dejó caer sobre mis manos - Eso es muy interesante.

Y me dedicó sus ojos, sólo me veían a mi desde un ángulo contrapicado. Parecía un pequeño niño esperando por el beso de su madre. No me opuse al impulso de besarle la frente. Ante ello, buscó la comodidad entre mis manos y se hizo el dormido. Casi muero de un ataque al corazón, éste sólo quería huir y dormir junto a él.

El chico de las estrellas 🐐💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora