Capítulo 9: Juguete

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Separé nuestros rostros gradualmente. Aún estaba llorando y el corazón quería escaparse de mí. Para mi sorpresa, Gowther no intentó apartarme. Elevé la vista y pude notar como una lágrima solitaria recorría su megilla.

- Gowther, ¿estás bien? ¿Por qué lloras? - Empecé a arrepentirme de hacerlo - Lo siento, realmente lo siento. No debí besarte -.

Permaneció en silencio unos minutos, la pequeña gota de llanto siguió su recorrido hacia el suelo. En cuanto se realizó el impacto, tomó mi cara entre sus manos y me besó. Esta vez era él quien me besaba, no podía creerlo. Casi escuchaba la risa victoriosa de Jenna. Pero, más allá de todo, más allá de los pecados, de Nadja o de Jenna,en ese momento me sentía realmente felíz. La persona a quien quería estaba correspondiendo de alguna u otra forma. Quizá no podía amarme o interesarse siquiera por mí. Y aún así entregaba aquel amor que yo tanto anhelaba. No, en su defecto no lograba saciarme. Era deshonesto, trataba de usarme como a Guila. Le empujé. Parecía desentendido de mis acciones. Comencé a llorar nuevamente, esta vez de ira.

- ¿Por qué? ¿Por qué juegas así conmigo? Si no te interesan siquiera mis sentimientos, no hagas esto - Efectué un gran golpe.

Fue levantándose muy despacio. Acomodó sus anteojos. Se aproximó mucho, quizá demasiado y sonrió.

- Eso era lo que querías - Acarició mi mejilla con la llema de sus dedos - Imploras por el afecto que jamás recibiste. Tal parece que soy tu primer amor, para los humanos es un suceso importante. Puedo darte aquello que deseas mientras continúo con mi investigación sobre el amor -.

Agarré su mano y la apreté hasta que los falanges hubieran saltado.

- Estás un poco alterada. Quizá esto ayude -.

Volvió a besarme y poco a poco fui perdiendo mi fuerza, hasta que al fín me derrumbé como un simple trapo. Cargó mi cuerpo entre sus brazos. Salimos de la cueva. Jenna parecía demasiado contenta, hice que una de mis plantas la abofeteara y al maldito muñeco también.
Meliodas había podido recuperar sus poderes, eran descomunales. Estábamos listos para partir nuevamente.

- (Nombre), no pareces haber entrenado - Comentó Hawk - Ahora que lo pienso, jamás he visto tu nivel de poder -.

El cerdo dio unos cuantos pasos hacia atrás al ver mi nivel, indignado comenzó a correr en círculos insultándome.

- ¿Cómo te atreves a superarme? - Lloró - Tu poder es incluso más grande que el de Meliodas ahora -.

- ¿Por qué no lo usas tanto? - Manifestó el capitán - Si yo tuviera tanto poder lo gastaría al máximo -.

Gowther cambió la forma en la que me cargaba, prosiguió a transportarme en su espalda.

- No es así siempre. Tengo condiciones favorables ahora mismo. Ya saben, sol, agua, contacto con la tierra - Reí - Soy una con las plantas, después de todo -.

Llegamos a la taberna, por fin pude bajar y sentarme por mi cuenta. Aún así, el manipulador seguía tras de mí. Slader se sentó entre nosotros e iniciamos una conversación.

- Señorita bruja, me pregunto a dónde fue antes de unirse a nosotros en Camelot -.

- Que curioso eres, Slader. Visité a mi padre en un pueblo de allá -.

- Es allí que conseguiste la nueva información - Volvió a conectarse con su poder mágico -.

Liberté en su ropa raíces del infierno. Así dejó mis memorias en paz. El joven enmascarado lo golpeó en la cabeza.

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Aviso importante: a partir de este punto, es muy probable que haga un gran salto en el tiempo para ir cerrando ya la historia. Si no leíste el manga, habrán muchos spoilers.

El chico de las estrellas 🐐💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora