Me enfrentaba a uno de esos enemigos rencorosos, posicioné la guadaña entre el esqueleto axial y el apendicilar y tiré, dividiéndolo en dos. Cada uno de nosotros tenía miles de contrincantes, pero la realmente importante era la demonio de un solo corazón. Sin embargo, no era tan sencillo. Dejando de lado su fuerza, suponía un gran peso emocional vencerla. Su derrota arrastraba a todos los que había revivido con ella, entre ellos, Elaine. Sólo podía pensar en el corazón de Ban y su sufrimiento.
- Siempre fuiste una perra asquerosa - Gritó sobre mi oído quien trataba de asesinar.
No debía seguirme distrayendo en el auge de la pelea. Hice danzar el arma obtenida con movimientos circulares desde la esquina inferior derecha hasta la punta superior izquierda. Una flecha de luz rosa clavó el cráneo del enemigo que me acechaba. Giré hacia el arquero, se veía totalmente concentrado en atacar al mayor número posible de esqueletos. Sus gafas caían lentamente por el puente de la nariz, otorgándole una extraña apariencia medio sexy. Otra vez estaba distrayéndome y, sin poder notarlo a tiempo, me encontraba sin energía. Completamente exhausta caí sobre mis propias rodillas, casi rendida a que ya no daba a basto. Levanté el rostro hacia el cielo, las nubes cubrían por completo la ciudad. "Pequeña florecita, te estás marchitando", resonó la voz burlona de Ágar. Me hervía la sangre de tenerlo presente cada vez que fallaba como guerrera. Los adversarios adquirieron una cantidad exorbitante de fuerza oscura. Me sentía inútil, los demás no podían seguir el ritmo. Observé como los ataques de Gowther no tenían efecto alguno. Merlín se encargó de ayudarle. Entonces se limitó a buscarme desde lejos, no podía gritarle donde estaba ni hacer señas, no podía hacer nada.
- Tengan cuidado y manténganse fuertes. Están tratando de poseernos -.
Su advertencia no sirvió ni en lo más mínimo, cuando todo estuvo dicho y sin dilación, Diane ya no era ella misma. Atacó con fervor a sus propios compañeros. Mi incapacidad de moverme se volvía un verdadero peso. Traté una y otra vez, con toda la fuerza que pudiera tener, pero era incapaz de mover siquiera un dedo.
- Espera, Escanor... Es exacto como King dijo, no hay necesidad de lastimar a Diane. Yo la salvaré -.
Entonces ambos, la gigante y el muñeco fueron sumergidos dentro de una mente atormentada. Por segundos nadie se movió, pero tan pronto como pudo, Diane atacó a Gowther sin piedad, rompiendo su armadura por completo. Algo se encendió dentro de mí, una llamarada de adrenalina pura. Sentí como me burbujeaba cada gota de sangre. Me puse de pie casi al instante y caminé a paso acelerado hasta la pelea. En ese tiempo, Ban obligó a que nuestra compañera se golpeara a sí misma. "Dentente" le oí gritar tan herido como estaba. Llegué a su lado. Lo único que me quedaba era escuchar atentamente una anormal conversación entre la gigante y el casco de King. Perturbada, por razones desconocidas, tomó entre sus manos el casco oxidado de armadura que el hada traía siempre enganchada en la capucha y la hizo añicos. Algo se rompía dentro del pedazo de metal, quizá sólo era mi imaginación, pero escuché que alguien susurraba "Adiós". Y aún así no fue suficiente, deseaba más con lo que vengarse. Dos salvadoras hicieron su entrada triunfal. Por fin, con las heridas a flor de piel, el horror pasó, podíamos pensar en como salvar a nuestro capitán en vez de atacar a una preciada compañera. Elizabeth parecía estar mejor, eso calmó el dolor más profundo que yacía en el alma.
En los pocos minutos de paz que teníamos revisé a Gowther, estaba bastante dañado, principalmente en el pecho.- No seas tan jodidamente impulsivo. Pudo haberte partido en dos si hubiera querido - Regañé.
- Te preocupas como si fuéramos amantes -.
Sonrió de tal manera que no diferenciaba si se burlaba de mí o simplemente coqueteaba.
- A estas alturas, es como si lo fuera - Murmuré con vergüenza.
Esperó un tiempo para contestar mientras trataba sus heridas con una crema de aloe vera, receta familiar.
- Supongo que es así -.
El planeta dejó de girar, el tiempo de correr, mi corazón de latir. La duda era evidente "¿Realmente decía que éramos amantes?".
El ruido y los murmullos acerca de Merlín y sus formas de llamar a Elizabeth me sacaron de mis pensamientos.
La calma terminó en un parpadeo, Melascula, demonio con sólo un corazón hacia presencia. Renovó piel en forma de serpiente gigante, obteniendo un comentario ofensivo del zorro. Rápidamente, trató de tragárselo vivo. Desapareció.Nota: Perdón porque el último capítulo fuese tan corto, venía de mucho trabajo y por fin pude escribir algo decente. Disfruten de su carne, gente 💕
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El chico de las estrellas 🐐💖
FanfictionPrimer libro de "El chico de las estrellas" Segundo Libro disponible en el perfil (Título: "La chica Doble-Vida") Los personajes e historia pertenecen a Nakaba Suzuki. (Antes de que sigas, my dear, debo aclarar que esto fue escrito hace ya tres años...