Capítulo 8: Hacerse fuertes

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Meliodas acaba de despertar y Merlín comentaba las pocas oportunidades que teníamos de ganar contra los mandamientos. Abandoné la sala recorriendo los pasillos del lugar. En una pared, dos segundos después de que yo pasara, se abrió un portal de Oslo, saliendo King de dentro. Lucía desesperado por ver a Diane otra vez. Voló a gran velocidad hacia ella, sólo para encontrar con que perdía progresivamente sus memorias. De un instante a otro desapareció.  Nadie entendía la razón.  Y Gowther iluminó el panorama.

- Eso es fácil, seguro se dirige a donde vivía antes de unirse a nosotros -.

- ¿A qué te refieres? - Averiguó el gordo King.

- A "mundo perdido". Yo borré todas sus memorias. Al querer aprender sobre emociones, manipulé los recuerdos de Guila. Diane condenó mis actos y después dijo: "¿Borrar recuerdos preciosos? Nadie debería hacer eso". Y, como prueba, borré los suyos. Como pensé, fue muy fácil hacerlo. Después de todo, las memorias no son más que grupos de información -.

Mi compañero, aquel que amaba a la gigante sin recuerdos, pronto se desmoronó. Ya no sentía dolor o enfado, sólo decepción hacia aquel supuesto amigo. Yo sentí todo el dolor que él se rehusaba a aceptar. Tomé la ira que debía haber sentido y, con mi poder mágico "Prisión de rosas", me encargué del manipulador. Una de las columnas sufrió algunos daños. Los chicos se decidieron a buscar a su amiga. Volteé un segundo, Slader despegó su cuerpo de la piedra insultándole. Caminé junto a él y el saco de muñeco que llevaba al hombro.

- Señorita (Nombre), creo que usted puede conseguir algo mejor -.

- Tal vez. Pero, ¿sabes una cosa? Me siento mucho mejor ahora -.

Reímos ante aquello. 
El camino en busca de Diane comenzó. La madre de Hawk nos transportaba con paciencia hacia nuestro destino. Pero, a la mitad del recorrido, dos mandamientos intentaron atacar a nuestra compañera. Cuando una entidad misteriosa la puso a salvo, nosotros cambiamos el rumbo. Necesitábamos ser más fuertes a estos enemigos,  y sólo podíamos hacerlo en un lugar. Donde mi abuelo y padre solían entrenar, el lugar de los druidas.  Nos recibieron tras el portal de roca, parecían conocer con antelación al capitán. La sacerdotisa rubia clavó su mirada en mí, inspeccionó absolutamente todo lo que pudo y parecía contenta. Me abrazó con fuerza.

- A los tiempos, pequeña (Nombre). No habías estado aquí en años -.

Mis compañeros de viaje destacaban su sorpresa, pero no había tiempo para las explicaciones. Meliodas debía recuperar su poder real y los demás necesitábamos ser más fuertes. Entraron en parejas, los últimos fueron el capitán y King. Pero yo no tenía acompañante. Esperé a que todos hubieran salido para solicitar uno. Slader se ofreció, pero se encargaba del pequeño Griamore. Entonces, su majestad real Arthur, le pidió a Gowther que lo fuera. Denegué, no quería entrar con aquel sujeto,  pero Jenna insistió en que sería más beneficioso para mí. Dudé, lo que ella ansiaba ver era mi ira contra el muñeco. Entramos en lo que los poderes del capitán se restauraban. Frente a nosotros había una gran cueva de roca. A lo lejos se oían gotas caer rítmicamente. 

- Terminemos con esto lo más pronto posible -.

- Comunico que la dificultad es incomparable al suceso del reino -.

Antes de que pudiera responder, cientos de miles de cristales pronto aparecieron a nuestro alrededor. Debíamos elegir uno para iniciar. Mis dedos estuvieron a punto de impactar contra un cristal rosa. Pero cambié de opinión.

- Tengo una mejor idea, tú contra mí -.

- Lo único que quieres es golpearme porque manipulé los recuerdos de Guila - Comentó después de disparar uno de sus mini rayos - No, no es eso. ¿Quién es Nadja? -.

Activé mi poder mágico enseguida. Lianas brotaron desde el techo de la cueva y le sujetaron por las extremidades. Una vez que vi que ya no podía escapar, utilicé "Infierno", un ataque que incendia las legendarias lianas fénix. Como era de esperarse, no tuvo demasiado efecto en él. Pero al menos ya no podía investigar acerca de la historia de papá.

- Es por algo relacionado a esa persona que ya no intentas acercarte a mí. El capitán y Merlín dijeron que no interviniera en tu proceso de sanación y perdón. No, no puede ser por esto que ya no me buscas, has adquirido está información recientemente -.

- Ya no te quiero cerca porque eres un maldito manipulador. No sientes remordimiento alguno y es despreciable -.

- Pero no me odias - Ladeó la cabeza como ese primer día - Aún estás enamorada de mí -.

- Cierra la maltida boca - Asomaron mis lágrimas a la libertad.

Entonces, de alguna manera, logró liberarse de mis plantas. Dio algunos pasos hasta quedar frente a mí. Levanté la mirada y allí estaba con sus ojos ámbar prestando atención a cada movimiento. Me abrazó quedando mi rostro en su pecho.

- Leí que los abrazos son la mejor alternativa en las situaciones de tristeza - Dio pequeños golpecitos en mi cabeza - Ya ya -.

Estando tan cerca y en mi débil estado emocional, sólo hubo un resultado. Coloqué mi mano en su nuca y lo acerqué. Por segunda vez, lo besé, estando conscientes y sin tener que sacrificar algo más que mi propia dignidad. Él no me amaba y, si mi teoría era acertada, no podía amarme tampoco. Además, eso significaba que renunció a sus sentimientos y emociones por ella. Y, peor aún, no lo recordaba.

El chico de las estrellas 🐐💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora