Capítulo 4: La bruja de las plantas.

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Entré en pánico, esos sentimientos eran reales. Me gustaba Gowther. ¿Qué debía hacer en esas circunstancias? ¿Era posible una relación? No, no lo era. No podía aceptar el hecho de que me gustara. ¿ Podía ser acaso admiración? No, eso tampoco. ¿Estaba dándole demasiadas vueltas al asunto?. Entonces me surgió la  gran idea, dejar que todo pase como tenía que pasar. 

- Es cierto, también deberíamos ir - Escuché guitar a King para luego emitir un silbido - Oslo... -.

Explicó lo que su amigo era y, tan pronto como terminó, devoró a Diane hasta las caderas. Quedó hasta ese punto y gritó al hada para que le ayudara. Mientras King veía pasar toda su vida por delante, preparé un cóctel de pociones medicinales por precaución. 

***

Me adelanté al rey hada en ingresar dentro de Oslo. En cuanto llegué, seguí el rastro de destrucción suponiendo que Diane había tenido que pelear. La cuidad estaba cerca, lo suficiente como para ir hacia allí en poco tiempo. Mientras corría logré divisar una melena rosa saltando por los tejados. Frente a mí se admiraba el cuerpo de la gigante lastimada, me apresuré. Al doblar la esquina se efectuó el primer ataque de Dreyfus, "estocada", Gowther respondió con un gran golpe en el abdomen de su contrincante. Éste no podía creer que lograra moverse. Admiré maravillada su capacidad de acción rápida. Ingresé al campo de batalla, posicionándome en medio de los caballeros sacros aliados. 

- Pensar tanto no es bueno - Dijimos al mismo tiempo.

Volteó a verme y, a continuación, siguió con su ataque, colocando sus manos a los lados de la cabeza enemiga. Al notarme, los aliados y Diane se sorprendieron. 

- (Nombre), vete. Es muy peligroso - Le escuché decir preocupada. 

Entonces sonreí. 

- Oh, Diane, estaré bien. Jamás se los he dicho, pero tengo un poder que me hará ganar - Di dos pasos al frente - Éstos tontos no son rivales para mí con él.

El adversario del parche liberó una carcajada ante mis palabras.

- ¿Y cuál es ese poder, niña? -.

- Mi poder mágico es... -.

Hice una pausa y, en ese momento, mis dedos señalaron el suelo y luego el cielo. Con mi movimientos brotaron del suelo plantas carnívoras capaces de tragarse un oso y hongos de esporas que, si entrabas en contacto con ellas, comenzaban a reproducirse sobre ti, utilizándote de fertilizante. Una vez que todas hubieran salido, dije: 

- ... Madreselva -. 

Se sentía tan liberal utilizar mi poder por fin. Efectué mi primer ataque, "Hierba danzante", un baile de las plantas invocadas en el cual todas las esporas salen volando en dirección a los enemigos. 
De un momento a otro encuché un ruido metálico, al voltearme encontré una pesadilla. Gowther había sido atravesado por una espada y ya no se movía. En seguida corrí hacia él, grité su nombre reiteradas veces y ninguna  contestó. 

- Lamento decepcionarte, parece que seré yo quien triunfe -. 

El sujeto de la armadura plateada se lo llevó lejos. Tomé el cuerpo herido entre mis brazos y seguí llamándole sin respuesta. Pequeñas gotas comenzaron su recorrido por mi rostro. Le abracé con fuerza. "Gowther..."

- Que absurdo, apareció de la nada y acabaron con él de un solo golpe. ¿Cómo fue posible? -.

La irá se apoderó de mi, y el llanto que consistía sólo de unas cuantas gotas se volvió un torrente en segundos. 

- ¿Cómo puedes hablar así de él? Es el único aquí que pudo hacerle algo, Gowther los ha ayudado y ahora ya no responde. ¿Con qué derecho dices esas cosas? Él... Él.. -. 

Mi voz empezó a quebrarse. El mundo se nubló como si ya me debiera rendir. Afearé todo lo que aún quedaba a mi disposición y, en un intento de salvar lo que pudiera, bebí una de mis pociones. No podía contar con que la tragara, pero aún así lo intenté. Besé a aquel compañero con quien siempre estaba, como haciendo una reanimación, pero a la inversa. Llamé  a la caballero sacro. 

- Sólo te pediré una cosa, ¿Podrás hacerlo? -.

Asintió con su cabeza. 

- Tómalas - Le entregué todas mis pociones - Úsenlas con sabiduría. 

Empezaron los efectos secundarios, apareció sangre escapando de mi boca al toser. 

- Quien entré en contacto con ella sin estar lastimado, sufrirá -. 

Ya no escuché ruido alguno. Y, como si un hilo sagrado nos conectara, permanecí a su lado hasta que aconteció el desfallecimiento. 

El chico de las estrellas 🐐💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora