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Después de tener aquel encuentro con su alfa, Donghae sintió un cambio en la actitud de ambos. El ambiente indiferente en donde ya se estaban acostumbrando a vivir, ahora se volvió un poco más alegre por así decirlo.

HyukJae le daba más atención a su omega y lo demostraba a cada momento cuándo lo abrazaba y no se despegaba de él dándole besos en el cuello.

Donghae por su parte parecía escuchar las sugerencias que le daba el alfa, pero no por eso las cumplía. El pequeño no era tan sumiso como los otros omegas.

El día siguiente HyukJae salió de la cabaña sin decirle nada a su omega. Donghae lo vio adentrarse al bosque y lo primero que pensó fue que iría a buscar leña, últimamente los días eran demasiados fríos y aún no estaban en invierno. Incluso una espesa neblina rodeaba la cabaña y hacía imposible ver el bosque oculto entre ella.

Desde la primera vez que habló con Yunho, Donghae le siguió dando comida en dos ocasiones, sabía que aunque los alfas pudieran aguantar muchos días sin comer, Yunho se devoraba la comida como si se estuviera muriendo de hambre.

El menor no podía prohibirle la comida a nadie ya que sabía lo que era pasar hambre. Recordaba con tristeza los días en los que su madre abandonó la casa de DongWook y se lo llevó, apartándolo de su padre y hermano. Tenía 7 años en ese entonces, edad en la que vivió seis meses en la más incómoda y cruda pobreza. A su mente venían los días en los que juntaba botellas para venderlas y así comprar fideos o en los que se escapaba a la iglesia para beber agua logrando así llenar su estómago e ignorar el sonido del hambre que este producía. Donghae no quería darle más problemas a su madre ya que todos los días la veía llorar lamentándose por su miserable vida.

Donghae aprovechó la oportunidad de que su hermano no estaba para poder hablar con el otro alfa. Al parecer Yunho solo le hacía caso a Donghae e ignoraba las preguntas de HyukJae y en su presencia no hablaba mucho. Así que era un momento perfecto para saber lo que realmente ocultaba.

El omega abrió la puerta y lo vio de nuevo tirado en el suelo en la misma posición de siempre, la comida de ayer no había sido tocada y le pareció extraño, tampoco había tratado de romper las cadenas o forcejear un poco con ellas. En su rostro reflejaba tristeza y melancolía.

El plato de comida que traía el omega fue dejado a su lado, Donghae se alejó guardando distancia, aún no confiaba en él pero se sentó en el suelo a observarlo.

En otras oportunidades el alfa ya hubiese empezado a comer, pero ahora no lo hacía.

—¿No vas a comer? —Preguntó Donghae en voz baja. El alfa no lo miraba y parecía ignorarlo —¿Estás bien? —El omega no dejó de preocuparse por él.

Yunho a los pocos segundos lo vio con molestia, parecía que el omega había hecho algo malo, pero como si de bipolaridad se tratase la expresión en el rostro del alfa se relajo un poco, mostrando un semblante tranquilo.

—Los alfas tenemos los oídos muy agudizados, los escuche, hacen mucho ruido —Declaró Yunho sin mostrar ninguna expresión.

Donghae no pudo estar más avergonzado al pensar que sus gemidos fueron escuchados por ese extraño.

—Admito que tus gemidos me la pusieron dura de inmediato —Sonríe un poco —Pero el asqueroso olor del alfa me la bajo al instante, hubiera preferido oler el tuyo.

Donghae se quedo congelado sin poder decir ninguna palabra y sonrojarse fue inevitable. La sonrisa que Yunho tenía en su rostro desapareció al verlo sonrojar. Nuevamente dudó por el increíble parentesco con su omega.

—Pensé que era mi omega y su empleado quienes estaban teniendo sexo —Dijo el alfa —Y de nuevo me sentí celoso por ti, no creó en las casualidades y sé que por algo te vi en ese lago.

Hermanos - OMEGAVERSE- [EUNHAE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora