Parte 15 - Calma

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-¿Acaso es un pecado que tome lo que es mío hasta el fin de los tiempos?-

El suave y lento beso entre Ethan y Moon se extendió por un par de minutos, Ethan incluso había olvidado el dolor provocado anteriormente al sufrir haber sido atravesado por la espada de la peliblanca, pero la tranquilidad que le provocaba el contacto de sus labios con los ajenos le había hecho dejar de lado por un momento todo lo que acontecía a su alrededor, era mágica la manera en que un simple beso podía ayudar a una persona de tal manera.

El beso se volvió tan profundo que incluso Moon se dejó llevar por los brazos de Ethan hasta el punto en que su sombrero y espada cayeron al suelo.

Poco a poco Ethan fue separándose de ella, mirando sus grandes ojos a la luz de la luna directamente, y con una sonrisa en su rostro dijo.

-Eso fue inesperado...-

-Estuvo bien- Pronunció Moon.

Un sonido en la lejanía se hizo presente, era nada más y nada menos que la campana que anteriormente le habían entregado a sus compañeros la cual debían sonar en caso de problemas.

-Mierda, son ellos- Moon se colocó nuevamente su sombrero y enfundó su katana, parece que debía ir a darles soporte.

-Tenemos que ir- Ethan nuevamente sintió la realidad pegarle duro cuando al intentar caminar, un fuerte dolor en el lugar donde había sido atravesado recorrió su cuerpo.

-No, yo iré con ellos, tú quédate aquí, no podrás hacer nada en estas condiciones- Moon tenía razón, después de todo, Ethan siempre era quien resultaba peor.

-Pero..- La boca de Ethan, quien había tomado asiento sobre el techo de dónde se encontraban fue cerrada por el dedo de Moon la cual se arrodilló delante suya para cubrirle.

-Nada de peros, te quedarás aquí- Moon acercó el arma de Ethan a su lado, aunque estaba más que claro que no podría hacer nada.

-De acuerdo, ve con ellos, pronto- Ethan no quería dejarle sola a su merced, pero tampoco podía ayudarla.

-Cuídate mucho...- Ella se acercó al borde del edificio para mirar a Ethan una última vez antes de saltar, luego, simplemente se fue.

Ethan asintió con la cabeza para luego verle irse, estaba tratando seriamente de levantarse pero realmente sus intentos eran inútiles, nuevamente daba con el suelo. La herida había sido profunda, después de todo, la espada de Moon tenía un filo el cual cortaba cualquier cosa como si de papel se tratase.

La peliblanca avanzó rápidamente por las desoladas calles de la ciudad de Dokuro, estaba realmente calmado por donde ella se encontraba pasando, más sin embargo no demoró mucho en llegar a con Victoria y Allen, quienes se encontraban en posición de guardia frente a algo que la peliblanca no veía del todo claro entre la bruma nocturna y la escasa iluminación del sitio.

Allen, con una obvia mirada de confusión volteó hacia Moon al sentir su presencia. -¿Qué demonios es eso?-

Victoria no se giró al sentir la presencia de Moon, simplemente se mantuvo mirando aquello que le tenía en shock.

La peliblanca se acercó ante lo dicho por Gherman para poder observar aquello a lo que se referían. Al avanzar unos cuantos pasos sus ojos se abrieron con impresión al ver la escena delante suya.

Un ser con apariencia infantil se encontraba descuartizando y devorando el cadáver de lo que parecía ser un hombre, aunque los varios mordiscos que la criatura le había dado a su cara le habían dejado totalmente irreconocible.

Los ojos de un hombre muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora