Uno.

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— ¡Harry espero que estés listo, salimos en diez! –escucho la voz de mi madre gritar.

¡Mierda! ¡Me dormí nuevamente!

Salgo disparado de la cama y me dirijo directamente al armario, no tengo tiempo de una ducha. Sin tener cuidado, tiro la ropa al suelo, en busca de mis jeans vaqueros, y una camiseta cualquiera. Una vez que los tengo en las manos, me quito el boxer, y lo reemplazo por uno limpio, para empezar a vestirme apresuradamente con lo que saqué.

Una vez hecho, tomo toda la ropa en el suelo que alcance en mis brazos, y la lanzo de vuelta al armario, cerrándolo tan pronto como puedo para que no se vuelva a salir. Esa es mi forma de mantener mi habitación en orden. ¿Se imaginan la vergüenza de traer una chica y que vea ropa sucia tirada por todos lados? No, gracias.

Sin perder tiempo, me dirijo rápidamente a mi cama, para sacar bajo ella, mis zapatillas converses, y me las pongo a toda marcha.

Bajo las escaleras aún sin atarme los cordones, pero por dicha no me caigo. Entro al comedor, haciendo mi entrada triunfal para que nadie se de cuenta de todo lo que acabo de hacer en tan sólo dos minutos.

Hoy nos vamos a Malibú, ya que pasaremos las vacaciones de verano ahí. La familia de mi padrastro es americana y este verano a mi madre se le ocurrió ir allí. Yo no quería, pero Zayn me comentó que las chicas americanas son lindas, así que decidí ir a chequearlo por mi cuenta.

Una vez que tomé asiento, mamá me sirvió un plato de huevos revueltos con tocino, y a su lado, una taza de café. Sin perder tiempo, me lo comí, ya que no sé que cosas extrañas me darán en el avión, y mucho menos aguantaré hambre en un vuelo tal largo. Tampoco sé cómo es la familia de mi padrastro, así que no me arriesgaré a que me dejen con hambre.

Una vez que terminé, mamá me pidió ayudar a bajar las maletas de mi hermana, así que lo hice.

— Muy bien, ya es hora de marcharnos –dice Robin que aparece por la puerta.

Al parecer andaba poniéndole gasolina al carro.

Tomando mi maleta salgo detrás de Gemma.

[…]

El trayecto a Heathrow fue corto, ya que no vivimos muy largo de allí. Robin, al ser gerente de seguridad, tiene pase a el aparcamiento privado, por lo que dejamos el auto aparcado ahí.

Entrando al aeropuerto suspiro. El viaje hasta Los Angeles dura doce horas, pero para nuestra suerte, vamos en clase VIP. Así que tendremos espacio para estirar las piernas, una mejor comida, y sobre todo, las azafatas más lindas del vuelo.

La embarcación fue rápida, y en menos de una hora estábamos volando.

— Harry, cuando estemos allá, quiero que seas amable –mi madre dice inclinándose hacia mí, desde su asiento atrás, ya que ella va con Robin, y yo con Gemma.

No es que lo diga porque soy un ogro mal educado que ama insultar, sino porque ella sabe que soy muy calenturieto, y me gusta tener aventuras con chicas. Se ha quejado de mi proceder, y quiere que sea un chico estable.

— Trataré mamá — le digo dando mi mejor sonrisa.

Claramente es falso, porque lo primero que haré al llegar, es buscarme dos morenas y hacer un trío en la playa. Pero obviamente no se lo diré

Ella sonríe y asiente.

(...)

Malibú es totalmente diferente a Londres. Aquí hace un calor infernal y por todos lados miras el mar. ¿Qué clase de lugar es este?

— La casa de mis padres queda frente a un estero. Es muy hermoso para ver el atardecer y bañarse por las mañanas –Robin nos dice a mi y a Gemma.

— ¿Por qué se ve el mar por todos lados? –pregunto sintiéndome tonto.

— Harry, Malibú es un pueblo rodeado por el mar. Es un centro turístico por sus hermosas playas. Así que es obvio que vas a ver el mar por todos lados, puesto que se extiende en toda la cuidad.  –Gemma explica mientras me da un sape.

Ruedo los ojos cuando todos ríen.

Espero que venir aquí no sea tan malo.

Summer [Hariana] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora