Summer [Hariana] ✔️

Doce

Ariana's POV

Miré a Harry esperando una explicación, pero lo único que hizo fue sonrojarse.

— ¿So-son gemelas? –preguntó con una evidente vergüenza en la voz.

— Pues claro que sí –dijo mi hermana rodando los ojos.

Él me miró y caminó de nuevo a las rocas. Le di a Kristel una mirada de disculpas, y ella lo entendió. Lo seguí a una distancia prudente, y para cuando lo alcancé, estaba sentado en una especie de silla plegable.

— Lo siento –susurró.

— No hay problema –dije–. ¿Me dirás por qué hiciste todo eso?

— Yo... estaba celoso –admitió.

Lo miré cuando él lo hizo. Rápidamente se puso de pie y se acercó a mi.

— Se suponía que estábamos saliendo y en nuestra primera cita me plantas. Voy a tu casa y te veo con otro besándose. ¿Cómo quieres que actúe? –pregunta–. No sabía que tenías una gemela, y si lo hubiera sabido, todo hubiera sido distinto.

— Te vi con una chica ayer –digo.

— ¿Y te dio celos? –pregunta burlón.

— ¿Qué pasaras tiempos felices con ella, mientras yo rogaba? Sí –digo apartando la mirada.

Él pasa sus brazos por mi espalda atrayéndome a él.

— Lo siento nena, no quería que nada fuera así –susurra en mi oído meciéndome.

— Yo tampoco, Harry –admito.

— ¿Empezamos de nuevo? –pregunta esperanzado.

— Está bien –sonrió.

[...]

— Nunca había venido por aquí –le digo riendo.

Desde que, por así decirlo, nos reconciliamos, hemos estado paseando por los alrededores de la playa como una pareja.

Harry me llevó a una especie de zona coral, y se ven muchas flores aquí. Realmente lo estoy disfrutando.

— Lo descubrí cuando llegué, antes de conocerte. Estaba cansado de desempacar y le dije a mamá que vendría a la playa, pero creo que me desvíe –dice.

Él se sienta en la arena, mirando al mar debajo de la palmera frondosa que hay allí, y me hace señas para que me arrime.

Cuando estoy por sentarme a su lado, él me mueve para quedar en su regazo.

— No vas a ensuciar ese short blanco con arena, ¿o si? –dice haciéndome reír.

— Eres tonto Harry. La arena seca no ensucia –ruedo los ojos–. Pero si querías que me sentara en ti, solo debes pedirlo.

— Creeme que lo haré seguido –dice encogiéndose de hombros.

Ambos reímos cuando le doy un sape. Volteo mi mirada al mar claro. Todo es paz y tranquilidad.

— Eres tan bonita –dice él de la nada, asustándome.

— No soy bonita –digo rodando los ojos.

— Si no fueras bonita no estaría loco por ti –dice.

Lo miro impactada.

— ¿Estás diciendo que si fuera fea no te fijarías en mi? –pronuncio apenas.

— Sí, pero eres bonita así que no hay problema –dice sin importancia.

No sé de donde saco las fuerzas, pero mi mano queda plasmada en su mejilla.

— Realmente creí que eras diferente. No me vuelvas a buscar jamás –digo y salgo huyendo.

Otro que se fija en la apariencia, perfecto.