Summer [Hariana] ✔️

Dieciocho

Ariana's pov

“¿Estás listo? Ya salí de casa” –envíe a Harry.

Eran al menos las nueve, y mis padres estaban haciendo sus cosas clichés. Para ellos yo ya estaba dormida, y mi hermana me cubriría si se llegaran a enterar que no estaba en casa.

Harry había aceptado a acompañarme. Realmente apreciaba eso.

Era fan de Ed desde hace dos años, cuando escuché U.N.I en la radio. Luego investigué más sobre él, y me enamoré de Give me love, The a team, y por supuesto, Lego House. Sus letras son inspiradoras, y por supuesto no perderé mi oportunidad de conocerlo, aunque sea de lejos.

“Estoy donde acordamos. ¿Podrías darte prisa? El frío es una mierda aquí” –contestó.

Reí y caminé más rápido. Habíamos acordado vernos en Justing Park, que quedaba a medio camino de nuestras casa, y a solo unos metros del hotel de los famosos. A lo lejos divisé a Harry. Llevaba un enorme abrigo de piel, parecido al mío, y una bandana de los Estados Unidos en su cabeza.

— Cualquiera que te viera pensaría que eres un oso –me burlé de él.

— Pensaría lo mismo de ti, entonces querida –dijo con sarcasmo.

— Te ves lindo. Pareces un bebé todo adorable –dije pellizcando sus mejillas. Él se sonrojó haciéndome reír más.

— Ahora te comprendo más con lo del sonrojo –dijo con pena.

Sonreí dándole un pico en los labios.

— Gracias –susurré.

Tomé su mano y empezamos a caminar en dirección del hotel. Sabía que el concierto era a las diez en Casino Jazz Rocket, un conocido teatro en Malibú centro. Por supuesto, era privado, donde sólo iban los millonarios magnates famosos. Mi padre jamás me dejaría ir a un lugar así, así que... no tenía la suerte.

— Espera –Harry susurró.

Soltó mi mano para sacarse el celular de la bolsa.

— ¡Hey amigo!... ¿Sí? Bueno estamos cerca... Claro... No lo sé, tal vez años... Estaría feliz por supuesto... Vamos, no seas tacaño, salvé tu trasero blanco aquella vez... Así está mejor... Esperaremos ahí... Gracias –dijo. Colgó la llamada.

— ¿Quién era? –pregunté extrañada.

— Oh, un viejo amigo. ¿Sabes cuál es la entrada sureste del hotel? –preguntó.

— Sí lo sé, pero primero dime que está pasando o no iremos –exigí.

— Es una sorpresa. Sé que te gustará, y será mejor irnos ya o el trasero gordo de él se arrepentirá –dijo.

Lo guíe aún extrañada. Una vez ahí el guarda del turno nos miró mal, sin embargo no nos dijo nada.

— ¿Qué hacemos aquí? –pregunté.

— Solo dame unos segundos y verás –dijo.

Suspire cansada, y empecé a jugar con mi cabello. Harry miraba hacia la entrada del hotel con detenimiento, y cuando estaba por preguntar qué le pasaba, él me tomó por los hombros volteándome, haciéndome ver frente a mis ojos a un chico enorme británico, peli rojo... Ed Sheeran.