Dos

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La casa de los padres de Robin es bastante bonita. Cuenta con tres pisos y un jardín muy grande.

Robin estacionó el auto que habíamos alquilado, y una vez que se detuvo, entre todos bajamos las maletas.

— ¡Tío Robin! –una nenita de unos cinco años salió del jardín gritando de felicidad.

— ¡Cassie! –Robin sonrió abrazándola.

Esto es muy cursi, y mejor ya no lo cuento...

— ¿Dónde está el abuelito Cassie? –Robin preguntó.

— Oh, fue con mi mami a la tienda, dijo que iba a hacer una comida ¡hipermega especial! –ella sonrió mostrando que le faltaban algunos dientes.

— ¿Y tú con quién estás? –mi madre frunció el ceño.

— Con Ariana, la vecina. Estábamos jugando a las escondidas cuando vi tu auto tío Robin.

Cuando Cassie terminó de hablar, una chica de cabello castaño salió del jardín, dejándome con la boca abierta de lo hermosa que es.

Llevaba un short negro algo corto rasgado, con dibujos tribales, una camiseta de tirantes azul rey, y unas converses del mismo color. Su cabello iba suelto. Era bellísima, demasiado.

— Oh, tú debes ser Ariana. Gracias por cuidar a Cassie, soy Robbin Twist, tío de Cassie. –Rob habló.

— Mucho gusto señor –ella sonrió–. Cristina y Dom no tardan en llegar.

— Ari, ¿seguimos el juego? –Cassie dijo.

— Cierra la boca enano, hay moscas –la voz de Gemma dijo en mi oído.

— Será luego Cassie, debo hacer otra cosa. Adiós y gusto de conocerlos –dijo y salió del porche.

Robin nos guió dentro de la casa. Era bastante grande por dentro, incluso más aún de lo que se veía por fuera. Mi habitación era bastante cómoda. Tenía vista a la playa.

Saqué la ropa de la maleta y la ordené. No es que sea cumplido, pero no me gusta la ropa en la maleta. Al terminar, salí en busca de la cocina, necesitaba comer algo.

En la cocina estaba mamá con Dominick, el padre de Rob.

— ¡Harry! ¡Pero cuanto has crecido! –él sonrió al verme.

— ¡Dom! ¡Cada vez más viejo! –dije, y él río.

— Bueno, no dirás eso cuando estés igual –el me codió.

—Eso no pasará –negué y él solo rió.

— Oye muchacho, te iba a pedir un favor. ¿Conoces a Cassie? –yo asentí–. Necesito que la cuides hoy por la tarde. Cristina le está planeando una fiesta porque cumple siete hoy, y no lo puede saber. ¿Crees que podrías llevarla a la playa? Barbie te ayudará –Dom me rogó.

No sé porqué lo hice pero de mi boca salió: — Estaré encantado.

Summer [Hariana] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora