Capítulo 3

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Platónico

Después de esa charla que tuvieron en el balcón habían decidido levantar a Nejire y desayunar algo los tres, la chica tenía una resaca igual o peor que la de los chicos, y, entre risas leves y comentarios de la noche anterior los tres pasaron juntos hasta que fue tiempo de que los invitados regresaran a casa, dejando a la peliceleste con la sensación de que algo había pasado porque tenía la impresión de que sus amigos se estaban evitando de manera sutil. 

El día lunes llegó y todos hablaban de la fiesta del viernes, hacían comentarios de todo, incluyendo como parecía que Tamaki era más "sociable" cuando bebía un poco de alcohol. Para sorpresa de nadie estos comentarios solo lograron que el azabache recargara su cabeza y parte del cuerpo en una pared por la vergüenza, siendo consolado con palabras por su amigo, acción que no pasó desperdiciada para la muchacha, porque cada vez que pasaba eso, Mirio lo consolaba con palmadas en la espalda, no con palabras.

A cada pequeño detalle que ocurría conforme transcurría la semana, Nejire podía estar más segura cada vez de que algo había pasado en la fiesta y que estaba distanciando de forma lenta y sigilosa a ambos chicos. Pensar que la amistad de ambos se podría terminar ocasionaba un dolor en el pecho y un nudo en la garganta a la chica, ella sabía que por su actitud tan excéntrica tenía muchos conocidos, pero amigos pocos, y ellos dos eran sus mejores amigos, los tres pasaban la mayor parte del tiempo juntos, y que esos días tan divertidos e interesantes que tenía con ambos, acabaran porque la amistad se había arruinado, lograban que la chica quisiera llorar.

Por esa razón, el día viernes, citó al que sabía que hablaría (y que no estaba de turno patrullando por su pasantía), a tomar un café, sabiendo que el chico que iba a tener la suficiente fuerza mental y emocional para contarle lo que había pasado esa noche que ella tenía tan borrosa en la mente. Así que una vez que estaban en una mesa muy apartada de todos, con sus cafés en la mano, decidió preguntar sin rodeos. 

- Así que... ¿Cuál es tu versión de la historia del viernes? - Cuestionó Nejire de la única forma que sabía que el rubio caería. 

-¡¿Qué?! ¡¿Tamaki te lo dijo?! - Preguntó exaltado Mirio tirando un poco de café. 

- Ohhh así que si hay historia - Respondió la peliceleste victoriosa de haber logrado que hablara un poco - Cuéntame - Ordeno de forma casi amable la chica. 

- No, no es nada - Negó con rapidez el muchacho. La chica se limitó a suspirar triste y tomo el camino de la manipulación emocional. 

- Mirio, son mis mejores amigos, ¿Crees que no he notado como se evitan?, solo quiero saber que pasó para poder ayudar, no quiero que nuestros días de estar los tres juntos riendo y hablando acaben - Dijo la chica soltando una lagrima que estaba entre lo falso y lo verdadero. El muchacho se quedó callado un rato removiéndose un poco de la silla, claramente en conflicto sobre contar o no. 

- Esta bien, te contaré todo, pero solo porque creo que esto esta sobre pasándonos un poco y mereces saber lo que sucede. Verás, lo que sucedió el viernes anterior fue...- Y así comenzó Mirio a narrar con lujo de detalles TODO lo ocurrido en esa noche, sabiendo que cada detalle haría que la chica tuviera mejor perspectiva de la historia, y, aunque se moría de vergüenza por contar eso, sabía que su amiga no lo juzgaría a el o a Tamaki.

Solo se limitó a contar la historia con la mayor honestidad, contándole incluso hasta donde recordaba el azabache y la conversación que habían tenido en el balcón de la casa. La muchacha no reaccionó mas que para hacer una o dos preguntas, y hacer un par de gestos de sorpresa, aliviando al joven por no haber puesto ningún gesto de asco. 

¿Qué es el amor? [MiriTama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora