¿Qué es el amor? [MiriTama]

Capítulo 18

Beso

Al salir del hospital ninguno volvió a decir algo, y tampoco hacía falta, sabían que no había nada que pudieran hacer o decir para que el rubio se sintiera mejor, además, aunque no lo dijera en voz alta, prefería el silencio en ese momento.

Tuvieron que seguir ayudando con los escombros de la batalla y con informes, por lo que no pudieron volver al hotel sino hasta ya anocheciendo. Decidieron comer algo juntos y en ese preciso momento se encontraron con Fat Gum y Kirishima, quienes se limitaron a ignorar el tema que obviamente todos tenían en mente. Hubo una conversación casual en donde el rubio no participó ni un poco, y al terminar la comida todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones, Mirio con Izuku, Fat Gum con Nighteye y por último Kirishima, quien dormiría solo a falta del azabache que se encontraba en el hospital.

Para cuando la alarma avisó que era hora de despertar solo pudo pensar en que desearía jamás tener que escucharla, pero ahí estaba, ordenando sus cosas para poder partir de vuelta a su ciudad. En el tren de esa tarde partirían todos juntos de vuelta a su ciudad, solo que los asientos iban a ser separados, de forma que él, Izuku y su maestro irían en unos lugares mientras que en otro vagón irían Fat Gum, Kirishima y Tamaki (quien seguía extremadamente lastimado pero le sugirieron volver a su lugar de residencia para que lo trataran mejor y este se pudiera sentir más cómodo). Al menos eso lo calmaba, por el momento no tendría que confrontar al azabache sobre el tema, pero eso no iba a ser siempre, en algún momento tendría que hablar con el chico de nuevo, incluso sus habitaciones estaban continuas.

Todo era silencio, le agradaba ya que le daba tiempo de poner sus pensamientos y sentimientos en orden. De pronto el silencio fue cortado y comenzó a escuchar la conversación de los otros dos que lo acompañaban.

- Todo estará bien chicos, se los prometo - Intentó animar el mayor con una sonrisa leve.

- ¿Señor, no se ha vuelto a enamorar? - Preguntó de pronto el menor sorprendiendo al maestro de ambos y causando curiosidad de la respuesta en el rubio.

- ¿Por qué preguntas, Izuku? - Cuestionó tratando de entender a qué se debía la pregunta.

- Es que quiero saber - Los dos mayores pudieron divisar una lágrima que caía en el rostro inexpresivo del pecoso - ¿Uno puede volver a enamorarse o solo puede haber una persona en tu vida? ¿Algún día dejará de doler tanto? - Al inicio de la segunda pregunta se pudo escuchar como la voz se le quebraba un poco y bajaba considerablemente el tono de su voz.

El mayor no emitió sonido alguno por unos segundos en donde parecía que en su interior intentaba buscar una buena respuesta, y era que aunque la pregunta la había hecho el menor, el rubio lo miraba expectante, denotando que también esperaba saber que decía, así con la mejor sonrisa de tranquilidad comenzó a hablar.

- Una vez cuando era joven conocí a una persona que era alegre y entusiasta, algunas personas no soportaban su actitud estúpidamente positiva, hiperactiva e imprudente, pero yo no, al contrario, me enamoré en seguida pero no siempre cuando amas eres correspondido, y si lo eres a veces simplemente no se puede. Cuando crezcan entenderán a qué me refiero, y aunque sigo teniendo sentimientos por esa persona no significa que ustedes dos no puedan volver a enamorarse, porque el amor no es un sentimiento, es un conjunto de emociones, recuerdos, acciones, palabras, pensamientos, físico, es algo impredecible e incontrolable. Se da cuando y con quien menos lo esperas, sucede todo tan natural y fluido que no sabes cuando pasó exactamente, y sé que ahora piensan que es el fin del mundo y es natural, son jóvenes, a su edad todo parece una crisis irresoluble pero no es así. Algún día las nubes se irán y el sol volverá a salir, el mundo se basa en equilibrio, nunca habrán más cosas malas que buenas y viceversa, pero es decisión de ustedes si quieren darle más peso a lo malo que a lo bueno. Lo único que les puedo sugerir es que se tomen las cosas con calma, y con la frente en alto reciban lo que les venga, no hay otra forma, es difícil, pero cuando se den cuenta todo ya habrá pasado y no será más que una anécdota para contar - Habló con toda la paz y serenidad que sus años de experiencia propia y ajena le habían otorgado.