¿Qué es el amor? [MiriTama]

Capítulo 20

Agradecimientos especiales a mi hermana (también escritora de esta plataforma) quien me ayudó con nuevas portadas (realmente hermosas) para esta historia y la otra, te quiero mucho hermana.

Cobarde

"Nadie puede evitar enamorarse, tal vez uno quiera negarlo, pero es posible que la amistad sea la forma más frecuente del amor" - Stieg Larsson.

Esa frase no se le podía quitar de la cabeza, le parecía que quedaba bien en el caso de sus amigos, y al momento de escucharla en una de las clases de literatura no pudo evitar notar que Tamaki y Mirio se habían mandado una que otra mirada.

Oficialmente no entendía a ninguno de sus dos amigos, primero estaba Mirio quien decía amar a Tamaki más a que a su vida, pero lo descuidabas un momento y ya estaba siendo cariñoso con ese muchacho de primer año. Y por otro lado estaba Tamaki, quien en repetidas veces ya le había confirmado que no amaba ni sentía nada parecido por el rubio, pero le afectaba cada cosa que hiciera e incluso cuando vio al rubio y el peli-verde acordar ir juntos al baile este tuvo que morderse los labios para no llorar.

Ella los amaba a ambos, era la primera vez que de verdad quería tanto a dos amigos, para ella el pasar con los dos muchachos era sinónimo de vivir. Eran como sus hermanos y los adoraba, por eso no concebía la idea de tener que vivir en un mundo donde ambos no sean amigos o peor aún que ya no quieran ni volver a verse.

Si le hubieran preguntado a ella antes que pensaba de la situación, fácilmente respondería que era obvio que Mirio salía con este joven de primero para olvidar al azabache, y que era más claro que el agua que Tamaki simplemente no se daba cuenta de sus sentimientos por el rubio ya que no había tenido el impulso suficiente para poder confirmarlos.

Pero ahí estaba, se notaba que el rubio realmente disfrutaba de la compañía de ese chico pecoso sin algún tipo de doble intención, y por otro lado el azabache ya había tenido suficiente impulso para darse cuenta de sus sentimientos pero aún así no sabía si de verdad tenía tales sentimientos, por lo tanto ella no entendía a ninguno de los dos, y temía meterse en la situación y terminar haciendo un daño irreparable, aunque claro, si se ponía a analizar bien la situación el daño irreparable ya estaba hecho.

Si fuera por ella ya habría puesto algún tipo de afrodisíaco en la comida de ambos y después los hubiera encerrado en algún lugar para que follen hasta que se enamoren, pero sabía que no era así de fácil, porque si lo fuera, ya lo hubiera hecho hace mucho tiempo atrás, incluso antes de que todo ese drama comenzara.

La chica suspiró sonoramente cerrando los ojos un momento. No sabía que debía hacer pero debía hacerlo rápido; el baile sería en una semana, la graduación al día siguiente, y lo que menos quería era que Mirio se marchara sin haber arreglado todo con Tamaki.

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Había estado pensando mucho en todo lo sucedido durante el año escolar, había sido cobarde toda su vida, ni siquiera había podido ayudar a sus compañeras de curso en la secundaria y Ashido había tenido que salvarlas, no había tenido el valor de decirle a Bakugo sus sentimientos cuando le gustaba, poco pero le gustaba, y ahora a una semana del baile tenía que soportar ver como llegaba una persona tras otra pidiéndole al chico que le gusta ir al baile.

No tenía muy en claro que había pasado pero su mejor amigo que evitaba al pecoso en todos los aspectos posibles. Había buscado tanto tiempo que se alejara de Midoriya, pero ahora que al fin pasó no se sentía bien. Sabía que se debía a que el chico de vez en cuando y por una fracción de segundo mostraba esa mirada de estar destrozado por dentro. Era por eso que no tenía el valor de invitar a Kaminari al baile, si no podía ayudar a su mejor amigo a ser feliz ¿Qué derecho tenía él de serlo? Ninguno.