Capítulo 10

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Unilaterales


- ¿Tamaki? - En ese momento la calentura se le fue y dio paso a un sudor frió, de esos que daba cuando se entraba en pánico, y es que así era, había entrado en pánico.

Mirio lo había visto.

- M-Mirio yo... esto no es lo que parece - Intentó explicar rápidamente sintiendo como se le formaba un nudo en la garganta y su rostro se tornaba de un fuerte color rojo. 

- Emm creo que es difícil creer eso después de lo que vi y escuché - Comentó Mirio un poco distratído por la reciente escena presenciada. 

- Yo...-

- No te molestes en explicar, yo te iba a pedir que hablemos, pero creo que dada la situación lo mejor sería hablar en la noche - Sugirió el rubio volteando la cabeza algo avergonzado. 

- ¿En la noche? - Cuestionó sin entender.

- Ahhh sí, es que hoy hago pasantías con Izuku, y no llegaremos hasta la noche, así que mejor hablamos a la media noche - Dijo dandose la vuelta y yendose del lugar.

El rubio no sabía que había dejado al azabache con el corazón sin latir y lágrimas queriendo salir, con el pensamiento de: "Todo acabó, Mirio no volverá a acercarse a mi".


°~°~°~°~°

Por su parte el rubio no volvió no volvió a dirigir su mirada a su amigo por el resto del día, rompiendo el corazón de Tamaki, y era que en realidad no podía quitarse esa imagen de su cabeza, reprochándose mentalmente por estar recordando al azabache en esa vergonzosa situación, teniendo que pensar en otras cosas para no tener que irse de la clase con el chico en sus brazos y terminar lo que había comenzado en la azotea. 

- ¡LEMILION! - Escuchó un grito a su lado junto a una mano sacudiendose enfrente de sus ojos. 

- Perdón Deku, estoy un poco distraído por lo de hoy - Explicó concentrándose en las calles del lugar que patrullaban.

- Así que hoy es el gran día ¿Eh? - Preguntó Izuku sonriendole con sinceridad. 

- Sí, hoy es - Afirmó sintiendo ansiedad.

- Bueno pues ya mismo terminamos nuestro turno, así que ¿Por qué no volvemos a la oficina para que puedas volver antes a los dormitorios y te le declares a Tamaki? - Preguntó mirándolo picaramente.

El rubio no podía responder por la verguenza, o por lo menos no verbalmente, así que asintió con la cabeza sonrojado, pero a la vez estaba feliz.

En los últimos tiempos había estado confundido, pero después de tanto pensarlo, meditar sobre sus acciones y pensamientos, y sobre todo gracias a la ayuda de Izuku ahora podía ver con claridad que le gustaba Tamaki, y después de todo lo que habían hecho y dicho casi podía asegurar que el azabache sentía lo mismo por él, así que no iba a perder tiempo y se le iba a declarar esa misma noche. 

- Ey Lemilion - Llamó la atención el pecoso - Por ahí hay un puesto de flores, No quieres llevarle algunas a Amajiki-sempai? - Sugirió señalando a una mujer en un carro vendiendo flores, para suerte de ambos estaba justo a lado de su oficina.

-Es una magnífica idea - 

Se acercó al puesto y revisó todas las flores, habían tantas de tantos colores diferentes, y honestamente no sabía cuales debía llevar o cuantas, entonces escuchó la voz de la vendedora.

¿Qué es el amor? [MiriTama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora