CAPÍTULO 12. EL GRAN JEFE

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Los policías intervienen en la pelea porque las cosas se han salido de control. Ariana ha dejado inconsciente a Konstance.

Le arranqué las extensiones a la pelirroja, le disloqué la nariz y no nos olvidemos del ojo morado de su cara. Ningún otro hombre va a querer estar con ella en esa condición y me alegro por eso.

Los oficiales observan la escena con neutralidad ya que es su trabajo el hacer justicia sin importar que las personas tengan o no dinero.

—Y bien, ¿quién empezó la pelea? —Pregunta el oficial. John está de nuestra parte o al menos mientras una de sus amigas está metida en un lío. Así que pobre de esas brujas que la van a pasar muy mal tras las rejas—. Si no hablan me voy a ver en la necesidad de arrestarlas a las cuatro por causar alboroto.

— ¡¿Qué?! —gritamos todas al unísono.

Los hombres intercambiaban miradas esperando que decisión toman los policías. Lanzo un largo suspiro y retrocedo un poco para tratar de calmarme. Niego al ver que no piensan mover ni un dedo.

¿Se supone que ellos deben protegernos, no?

Tontas películas románticas solo hacen creer que debemos depender de otro hombre para sentir que realmente estamos seguras, pero eso se acaba esta noche. Nosotras podemos protegernos a nosotras mismas y no necesitamos de nadie más.

Voy a arreglar las cosas cómo una mujer adulta responsable y sin alterarme como me ha aconsejado mi hermano.

— ¡Ellas iniciaron, señor oficial! —suelta la pelirroja y comienza a sollozar para causar lastima—. Mire lo que nos hicieron.

Al carajo con comportarme como una mujer adulta. Esa arpía se lo ha buscado.

Me abalanzo sobre la chica para golpearla por tratar de culparnos de todo. Me molesta que digan mentiras y por eso trato de casi no decirlas. Todos en el club saben que ellas empezaron las peleas o bueno a mi parecer.

Multa de mil dólares... ¡allá voy!

Le tomo por la cara y mi puño va directo al otro ojo, pero el impacto es desviado por un una gran mano. Cualquier persona que defienda a esta tipa va a recibir el golpe que está destinado para ella. Quedo totalmente impresionada al ver quien es hombre que la ayuda.

Mi corazón se entristece, pero hago a un lado ese sentimiento.

— ¡Compórtese como lo que es, señorita Grove! —me grita autoritario Kenneth. Su mandíbula se contrae cada vez que aprieta sus dientes. Su enojo es palpable, pero no soy una mujer que le teme a nada ni nadie—. No me obligue a hacer algo que no va a soportar o si está dispuesta a asumir las consecuencias entonces haga lo que tiene planeado hacer —amenaza.

De pronto siento un ligero apretón entre mis muslos. No sé por qué esa advertencia me hace imaginar a Kenneth azotándome con una fusta en un potro de madera hasta que el culo se me pone al rojo vivo y después me somete ante su dominio y placer sin importarle el mío.

¡Maldito cuerpo traidor!

Parpadeo para salir de esa visión tan deliciosa y placentera.

— ¿Me acaba de amenazar, señor Evanshen? —replico valentonada. Necesito saber que aún es mío o si de alguna manera me ha olvidado y realmente quiere estar con aquella chica—. Si es así, no tiene ninguna oportunidad de hacerlo. Es un hombre muy blando. Me alegro que me dejara en paz y se consiguiera a alguien que puede ser su Sumisa la mayor parte del tiempo hablo de forma hiriente y golpeo su pecho musculoso con mi dedo índice—. Tú no eres el hombre que puede hacer que me someta a ti porque simplemente soy la única que si lo desea lo hace y punto. ¿Entiendes?

DOMINANTE SEDUCCIÓN ||AMOS OSCUROS #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora