CAPÍTULO 39. DESPEDIDA DE SOLTERA

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Ha llegado el momento con el que toda mujer sueña... su despedida de soltera. Aquella celebración es donde por última vez puedes experimentar todo lo que ya no vas a hacer porque ya te casaste con el amor de tu vida. Por mi parte, espero que mi despedidasea algo digno para nunca olvidar. Si es que algún día llega a suceder.

Han pasado dos meses desde la propuesta de matrimonio y en todo este tiempo he organizado todo. Sonrío perversamente al recordar que soy la encargada de la celebración de mi amiga Annie. Iván va a morir de un ataque cardíaco si se llega a enterar lo que voy a hacer que viva su mujer antes de estar frente al altar jurándole amor eterno.

Me levanto de mi cama para ir en busca del teléfono ya que he dejado olvidado en la sala y salgo a toda prisa de mi cuarto.El pequeño artefacto descansa sobre la barra de la cocina, lo tomo y busco entre mis contactos a la única persona que me apoya en esta barbaridad que estoy por hacer...Theo.

Él contesta al tercer timbre.

— ¡Rubia! —Saluda alegre—. ¿Todo está bien?

Su felicidad es contagiosa y me pongo inmediatamente en la misma sintonía.

—Hola, T —respondo. Camino para la cocina en busca de una taza para tomar mi precioso café. Vierto un poco de agua en la cafetera y le dijo calentar. Theo sigue en la línea y tose para que vuelva a continuar con la plática—. ¿Tienes listo lo que te pedí?

Me siento en uno de los taburetes que hay mientras espero a que mí bebida este lista. No debe tardar mucho.

—Todo está completamente listo. Amunett, necesito tu palabra que no vas a causar destrozos en el lugar. ¿De acuerdo? —Me suplica.

Se ve que me conoce muy bien.

—Prometo que no me voy a meter en más problemas, Theo —le juro y mientras lo hago, cruzo los dedos porque no creo que vaya a cumplir.

Nadie me va a arruinar mi preciosa fiesta.

La cafetera se apaga y me levanto para prepararme el café.

— ¿Sabes qué? —Suelta de pronto.

—Que —respondo confundida.

—Solo me estás diciendo eso para tranquilizarme. Amunett, sé cómo eres y nada de lo que diga va a detenerte. ¿O me equivoco? —Theo no se ha tragado el cuento que me voy a portar bien. Desde que nos conocemos nos contamos todo y cada uno conoce los comportamientos del otro.Es por eso que nuestra amistad ha llegado tan lejos. No cualquier persona puede entender ese nivel de complicidad que compartimos—. No te estoy pidiendo que dejen de divertirse, cariño.Al contrario, deseo que lo hagan. Solo quiero que todas ustedes no hagan estupideces de las que puedan arrepentirse después. Sobre todo tú, bestia.Recuerda la última vez lo que pasó en el bar —recalca.

Pongo los ojos en blanco y lanzo un suspiro.

Llevo la taza a mis labios y bebo de ella. El líquido quema mi lengua, pero es una sensación placentera y un gemido de felicidad sale de mi boca. Es exquisito y magnifico.

—Bien, tú ganas. No vamos a cometer imprudencias —suelto enojada, haciendo un puchero—. Eres un maldito aguafiestas, Theo Lealye. Bueno, dejando eso a un lado por el momento hay un asunto que debo saber. ¿A qué hora debemos abordar el avión? —Indago.

La despedida de soltera no va a ser en mi adorada New York sino en las Vegas, la ciudad del pecado y promiscuidad.

—El vuelo sale a las doce del mediodía por lo que tienen que llegar antes —explica. Eso quiere decir que vamos a llegar a las cuatro con treinta minutos lo cual nos da tiempo para ir de compras para elegir el atuendo que usaremos en la despedida de soltera. Veo el reloj que cuelga en una de las paredes del fondo y este marca las nueve con veinte minutos que es tiempo suficiente para hablarle a las chicas y hacer el equipaje—. ¡Rubia, presta atención! —me regaña exasperado.

DOMINANTE SEDUCCIÓN ||AMOS OSCUROS #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora