CAPÍTULO 15. LOS DI GÍO

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No pensé que mi familia esta involucrada con los di Gío después de romper el compromiso con Demián y eso me desconcierta un poco. Creo a que se debe porque ese malnacido no quedó como la basura que es ante mis padres.

¿Cómo se atreve a venir a mí hogar ese maldito después de lo que hizo?

Por otro lado, Ian es un gran amigo mío de la infancia. Él me apoyó cuando he descubierto el engaño de su hermano. Sus penetrantes ojos azules me inspeccionan. Siempre me ha parecido tan sexy que me doy de golpes por mí elección. Tuve al hermano correcto delante de mí todo este tiempo y lo mandé al carajo para iniciar una relación que duró muy poco con su hermano.

Eres una estúpida, me recuerdo.

Mi madre se levanta y les da una cálida sonrisa de bienvenida.

— ¡Adelante, chicos! Estan en su casa —grita con efusiva mi mamá.

Mis hermanos se tensan al ver a idiota de mi ex. Ellos son los únicos que saben porque dí por terminada el compromiso y huí de París como una cobarde. Jamás quise alejarme de mi familia, pero el dolor era demasiado insoportable para seguir en este lugar por lo que tomé la escusa de venir con Theo a New York para que todo saliera perfecto.

El pasear por París me recordaba a él y sus malditas falsas promesas de amor.

Los hermanos di Gío se van acercando e Ian me da una media sonrisa.

—Hola, Amunett —saluda Ian.

Su voz me eriza la piel. Siempre he dicho que sería un buen telefonista erótico y que sin duda puedo ser una de esas mujeres que llaman solo para escucharle.

Arqueo una ceja y le devuelvo la risa.

–Ian Di Gío. Tanto tiempo sin verte —correspondo el saludo—. ¿Sigues trabajando en los negocios de tu familia o es que por fin me vas a hacer caso y vas a contestar llamadas eróticas? —Bromeo.

Una sonrisa malvada aparece en su cara.

Creo que ambos extrañamos el jugarnos bromas o hacer comentarios un poco pervertidos.

—Aún lo hago, pero si quiero tener sexo telefónico te voy a llamar un día de estos, cariño —coquetea sin descaro.

Me encanta ver como sus ojos azules cambian a uno tono más intenso.

La verdad es que caería rendida ante él, pero mis pensamientos los posee Kenneth desde que le he conocido. Todo me parece tan insípido y todos los días quiero estar con él a pesar de como lo trato.

El imbécil de Demián no deja de verme esperando con ilusión a que hable con él. Una sensación agría trepa por mi traquea quemándola a su paso. Siempre que le veo recuerdo su traición y sus patéticas palabras de perdón.

¿Cómo he sido tan idiota para enamorarme de alguien que terminaría por destruir hasta mi propia autoestima?

Pero eso se ha acabado. Ahora que la he recuperado no pienso dejar que nadie más me lastime o juegue conmigo.

Sé que quiere hablar conmigo, pero jamás voy a dejar que me explique su versión porque todo está más que claro. Antes me importaba lo que dijera y como una tonta creía todas sus palabras porque mi amor por él me tenía idiotizada. Sin embargo, ya nada puede suceder entre nosotros.

Mi padre nos avisa que la cena está lista. No puedo fingir que no estoy hambrienta y creo que todos piensan lo mismo que yo.

Domenik me coge por el brazo y me lleva aparte. Esto no prestigia nada bueno al contrario, creo que estoy en muy graves problemas y es mejor enfrentarlos como toda una mujer adulta que pretendo ser.

DOMINANTE SEDUCCIÓN ||AMOS OSCUROS #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora