CAP 10

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Me mantengo en silencio sin dejar de escuchar cada anécdota que mi novia cuenta de ella y sus compañeras en el último viaje que hicieron a Dubai con la empresa de modelaje. Desde que la fiesta de compromiso terminó no ha parado de hablar

Comienzo a cansarme de escucharla hablar de eso, supongo que hay temas mucho más importantes y ella sólo habla del bendito modelaje. Comienzo a cansarme de eso

Karol prefirió quedarse e dormir en casa de la abuela en dónde de seguro sería mucho más feliz que aquí. No creo que le interese saber cosas sobre el modelaje

Cande: En fin, hay tantas cosas que debo contarte pero no quiero aburrirte, mejor dime cómo es que esa chica llegó a tu vida. Y no vengas a decirme que es una vieja amiga porque yo no la conozco

R: Es una larga la historia que no vale la pena contar, ella no es una persona que de verdad importe en mi vida o en la familia. Ya sabes, la abuela haciendo obras benéficas

Cande: ¿Es ella la que me contestó el teléfono aquella vez? -asentí entrelazando su mano con la mía- ¿Qué hacía ella aquí, Ruggero?

R: Vive conmigo

Cande: Espero que tengas claro que ella no....

R: Lo siento, amor. Pero son órdenes de la abuela y no voy a llevarle la contraria

Apretó los labios con fuerza mirándome desafiante a la vez que yo desviaba la mirada nervioso, tiene todo el derecho de estar molesta. Pero la voluntad de la abuela es que yo siga viviendo con Karol y es lo que voy a hacer

Sólo que no aquí, en otro lugar en donde hayan habitaciones, y por supuesto ella pueda tener la suya y yo la mía junto con mi novia. No podemos vivir los tres bajo este mismo techo, es imposible

Cande: Tu deber es darme mi lugar, Ruggero. No puedes andar con esa zorra de un lado a otro como si......

R: A ver espera, un momento. Ella se llama Karol, y es una princesa valiente, más no lo que estás diciendo. Vamos a empezar porque la respetes, porque no pienso permitir que hables así de ella sin conocerla

Cande: ¿La estás defendiendo?

R: Si, amor. Claro que la defiendo porque esa pequeña princesita no ha hecho nada malo, todo lo contrario. Ha cambiado mucho mi vida, y se lo agradezco mucho

Cande: Pero, amor. Ella no me agrada para nada

R: Conócela, la vas a amar tanto como yo

Cande: Ah, ahora la amas

Mierda, Ruggero Pasquarelli. ¡Deja de hablar demás!

¿Cómo mirarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora