CAP 14

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Siento que la tensión que comienza a formarse ya no es nada bueno, y es que arriesgue todo por nada, por absolutamente nada. Mamá se ha enterado de lo que ha estado pasando respecto a mis sentimientos

Karol no quiere hablarme, y en todo este maldito mes no ha hecho nada más que ignorarme, Leonardo se ha vuelto muy cercano a ella y Candelaria no me deja solo por al menos un segundo. Mi vida cayó de picada en un dos por tres

He encontrado como veinte excusas para retrasar el matrimonio y por suerte ha funcionado, aunque también hay que admitir que una gran parte es gracias a mamá. Se le dio por apoyarme con cualquier decisión que tomo por mi propia cuenta

Cande: Amor, hoy iré a tomarme las medidas para el vestido, y después te haré una rápida visita en la empresa, ¿Te parece? –asentí restándole importancia-
R: Has lo que creas mejor, amor. Pero a las once tengo una importante junta y no creo que te guste esperarme
Cande: Iré un poco antes entonces
R: Como quieras, tengo que irme

En el momento en el que me ponía de pie para volver a mi habitación Karol se hizo presente, y como ya era de costumbre, desvió la mirada apurada. Pero que más daba, estaba hermosa

Quizá acompañe a mamá a uno de sus desayunos con amigas después de dejar a Iris en el jardín de infantes. Y lo que me preocupa es que alguien pueda verla tan hermosa como yo

Me basta con ver que Leonardo tiene muchas más oportunidades, no quiero que ningún otro imbécil mire a mí princesa. Porque aunque me doga que no, ella es completamente mía

K: Buenos días
Cande: Buenos días, linda. ¿Vas a acompañarme hoy?
K: Seguro, será muy divertido. Pero primero tengo que dejar a Iris en el jardín y a Leo en el colegio
R: Él no es un niño, ya puede ir solo
K: Cuando entré creí escuchar que ya te ibas, Ruggero
Cande: Ignóralo, lleva así mucho tiempo. Hasta pienso que va a volverse loco –ambas rieron-

¿Olvidé mencionarlo? Karol y Candelaria son las mejores amigas desde hace poco, van de compras juntas, desayunan fuera de casa juntas. Hacen todo juntas y eso no me agrada ni un poquito

L: Buenos días con todos, estoy listo para irme
K: Desayuna primero, mientras iré por Iris –Leonardo asintió sin dejar de mirarme triunfante-

Pronto ella desalojó la cocina haciéndome esperar tres segundos antes de correr detrás de ella, hoy iba a escucharme ya sea por las buenas o por las malas. Ya estaba harto de tanta incertidumbre

R: Espera –la tomé del brazo haciendo que me mirara-
K: ¿Sucede algo? Sabes que no quiero hablar de eso, Ruggero
R: Pues quieras o no vamos a hablar. ¿Acaso no extrañas lo que éramos antes de llegar a esta casa?
K: Sabes que sí, Ruggero. Pero por amor a Dios, ahora estás con tu novia, duermes con ella, sales a cenar con ella, te diviertes con ella y a mí me dejaste de lado
R: No, no es así. Tú te alejaste después de la confesión que te hice

Bajó la mirada a sus manos susurrando algo que no pude escuchar, y es que ambos estamos conscientes de que nada será lo mismo hasta que ella admita lo que siente. Ya sea lo mismo que yo o todo lo contrario

A: Están en medio del pasillo –advirtió bajando las escaleras-
R: Te ves bien, mamá
A: Deja en paz a la pequeña. Si no quiere decirte lo que siente es porque algo estás haciendo mal, ¿Verdad, Karol?
K; Voy por Iris

Intenté seguirla pero mamá no me lo permitió, solo me pidió que vaya a terminar de alistarme para que juntos vayamos a dejar a esos dos y después tengamos algo de tiempo para hablar. Obviamente le hice caso, me urgía hablarle

Veinte minutos más tarde los cuatro salíamos de casa con tranquilidad. Iris venía muy contenta, pero Karol y Leonardo no mucho

L: ¿Nos abres? –negué señalando la calle-
R: Iremos caminando, es agradable hacerlo
I: Cárgame, hermanito

La tomé en brazos antes de besar su mejilla y voltear a mirar a esos dos, quien por cierto siguen mirándome muy mal. No sé si porque querían tiempo para ellos, o porque de verdad les caigo mal

R: ¿Lista para escucharme? –murmuré entrelazando mi mano con la suya-
K: ¿Acaso tengo otra opción? Ya sé que tengo que escucharte, Ruggero
R: ¿Ves? todo es más fácil si ambos colaboramos –bajé a Iris de mis brazos- ahora dame un beso
K: Ruggero, deja ya de jugar
R: Cállate y bésame

De a poco conseguiré toda su confianza

¿Cómo mirarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora