CAP 50

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Bruno ha desatado el mismisimo infierno por culpa del fraude que Candelaria cometió. Y claro está que toda la culpa se la echó a Ruggero, era de esperarse

Como también era de esperarse que sus antiguas constumbres volvieran, según ellos la mejor manera de castigar a Ruggero por su irresponsabilidad era quitarle lo que le correspondía. Practicamente lo dejaron sin nada

Ha sido extremadamente dificil para él, ahora tenemos que empezar de cero e intento convencerlo de que no será malo. Yo iba a estar junto a él en todo momento

Consiguieron hacer que Candelaria devuelva todo el dinero que robó mediante una denuncia que pusieron. La encontraron culpable graciad a las pruebas que Ruggero juntó, y sin embargo no fueron capaces de reconocerlo

Despojaron a mi esposo de todas sus pertenencias, incluyendo la casa en la que solíamos vivir. Y me dolió tanto verlo así que sentí que mi mundo se acababa junto con el suyo

Pero no estábamos solos, mi tía y mi prima ya están establecidas en Italia como ciudadanas legales, y por ende consiguieron trabajos y posicionarse mejor aquí. Son ellas las que nos están apoyando mientras nosotros encontramos una solución para esto

Candelaria decidió volver a Argentina antes de que pudieras tomar más medidas en su contra por culpa de ese fraude. Se llevó a Adara con ella y el dolor de Ruggero no pudo ser mayor

Dos semanas después de todo el lío que se formó en la familia Pasquarelli no pudo ocurrir otra tragedia peor que mi hijo naciendo. Según el doctor mi parto se adelantó debido a toda esa tensión que tuve que vivir junto a Ruggero

Pero a partir de ellos las cosas comenzarona tornarse mejor, Ruggero consiguió trabajo en la empresa rival de su padre. Para Bruno fue una puñalada por la espalda, y pese a eso no hizo nada por recuperar a su hijo

Alquilamos un pequeño departamento cerca de mi tía para que pueda ayudarme con mi pequeño Jeremías Benjamín. Sus nombres son de mucha fuerza y significado para nosotros sus padres

El día que fuimos a inscribirlo ni siquiera sabíamos cómo íbamos a llamarlo. Pero mi tía sabía muy bien que nombres le quedaban perfecto

Jeremías significaba “Al que Dios levanta” y Benjamín “El hijo de la dicha”. Y eso es lo que nuestro pequeño poseía para mi tía

Mi hijo es la razón por la que Dios podrá toda su fuerza en Ruggero para levantarlo de esa mala racha. Y la dicha volvería a nuestras vidas

B: ¿Ya bañaste al pequeño, cariño?
K: No, tía. Aún no sé cómo, me da miedo tomarlo en mano, ya ves que es muy pequeñito -admití entregándoselo con cuidado-
B: Es precioso, se parece demasiado a Ruggero
K: Tiene sus ojos y su sonrisa, ¿Te diste cuenta?
B: Pero no sacó sus rulitos, tiene el cabello tan lacio y castaño como tú
K: Algo tenía que sacar de su madre, no por nada lo llevé en mi vientre casi nueve meses

Soltó una pequeña risita desvistiendo a mi pequeño con sumo cuidado. Me apresuré a sacar una nueva parada de ropa y la pequeña toalla

Mi tía entró al baño con Jeremías en brazos poniendolo en la tina cuidando de que su cabecita no toque el agua. Es por eso que no lo he bañado yo sola

No sé cómo hacerlo sin lastimarlo, a duras penas he aprendido a vestirlo y cambiarle de pañal. Es dificil pero divertido de aprender

Ruggero está aprendiendo a tomarlo en brazos y me divierte ver como los ojos se le llenan de preocupación cuando el pequeño lloraba y no sabe qué hacer. Él dice que prefiere cargarlo cuando esté dormido, así no siente que se le va a caer ni nada por el estilo

¿Cómo mirarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora