¿Cómo mirarte?

CAP 55

Muerdo mi labio inferior en espera de los famosos resultados de las pruebas. Ojalá y sí esté embarazada, tan solo se imaginarmelo me pongo demasiado feliz

Nos imagino a ambos sin saber qué hacer al tener dos bebés que cuidar a la vez. A Jeremías celoso de su hermanito y a nosotros intentando convencerlo

¿Acaso no sería hermoso? Una pequeña pero cómoda familia de cuatro. No le pido nada más a la vida

K: Ya está -me apresuré a llegar a si lado-
R: Entonces...
K: ¡No seremos padres de nuevo!

Su sonrisa de felicidad era tan distinta a la mía. ¿Para esto volvimos?

Hubiese preferido quedarme en Brasil con la expectativa en vez de venir hasta Italia para decepcionarme totalmente. Yo quería otro hijo

K: ¿Qué tienes? -negué bajando la mirada-
R: No es nada, voy por Jeremías para llevarlo al doctor
K: Amor, ¿Tú querías otro bebé?
R: ¿No te imaginas lo hermoso que sería?
K: Si, mi amor. Me lo imagino y todo pero no siento que sea correcto en este momento. Pero quien sabe y dentro de uno o dos años tenemos otro bebé

Negué cruzándome de brazos sin dejar de mirarla suplicante. Dos años es demasiado para cualquiera

R: Envejeceré para ese entonces
K: Vas a ser el viejito más sexi y tierno entonces -dejó un corto beso sobre mis labios-
R: Vamos, amor. No salgamos de aquí hasta sembrar la pequeña semilla
K: No, Ruggero. Tenemos que estar al pendiente de Jeremías
R: Hazlo por mí

Negó repetidas veces sin quitar esa descarada sonrisa de su rostro. Quería romper todo

Bajamos hasta la sala en donde el pequeño Jeremías jugaba tranquilamente en su corral. Me sorprende que no haya hecho nada malo

R: Tengo que mandar unos informes, vengo luego -asintió tomando al pequeño en brazos-
K: No tardes, la cena ya está lista
R: Okey

Subí corriendo a buscar la computadora y el usb con la información de la empresa. Había mucho por hacer luego de unas largas vacaciones

Me tomé un buen rato frente a la computadora enviando y revisando los archivos. Supe que Jeremías se durmió gracias a mi esposa recordándome que tenía que apurarme

Pero al ver que aún me faltaba muchísimo se dedicó a hacer suaves masajes en mis hombros. Que relajante era esto

K: ¿Ya terminas? -preguntó besando mi mejilla-
R: No, aún no. Si quieres cena ya, por favor
K: No, tranquilo. Yo voy a esperarte
R: Amor, no quiero que te duermas sin comer, voy a demorar bastante

Ignoró mis palabras caminando hasta la cocina en donde tardó varios minutos. Creí que por fín decidió cumplir con mi petición

Pero esa idea fue deshechada cuando la ví salir con los dos platos de comida. Le sonreí intentando encontrar la manera adecuada de decirle que no quería nada más hasta que habló

K: Vamos, amor. Solamente treinta pequeños minutos -asentí al ver su carita llena de preocupación-
R: Está bien, pero primero acostemos al niño y subamos todo a la habitación

Se apresuró a tomar a Jeremías en brazos mientras yo llevaba el resto hacia la habitación. Acostamos al niño como lo acordamos bajando de nuevo hasta la cocina

Volvimos a calentar la comida dispuestos a cenar en la habitación para que ella pueda dejarme trabajar. Entiendo su preocupación, pero no es algo que yo pueda controlar

Cenamos en un silencio agradable que transmitió mucho para ambos. Finalmente Karol bajó todo de nuevo a la cocina mientras yo cepillaba mis dientes y buscaba ropa cómoda para dormir

Volví al trabajo sintiendo los movimientos de mi esposa de fondo. Siempre tardaba tiempo en acostarse

Se aseguraba de poner a lavar la ropa, dejar la cocina limpia y ver al niño dormido y seguro. Solamente así podía acostarse a dormir tranquila

Entró a la habitación buscando algo en el armario antes de entrar corriendo al baño. Tardó mucho más de lo esperado haciéndome preocupar

Estuve por ir a preguntar pero ella salió con una gran sonrisa en el rostro. Ató su cabello en una larga coleta bajando la camisera hasta sus muslos sin querer dejar nada a la vista

Amaba cuando se ponía mis camisetas, la hacía ver tierna pero sexi a la vez. Era difícil de explicar con exacritud, pero aseguraba que es hermosa

R: ¿Y esa sonrisa? -negó acostándose a mi lado-
K: No es nada. ¿Vas a tardar?
R: Creo que un poco sí, pero tranquila, ya comí
K: Lo se, y me quedo más tranquila. Buenas noches, mi amor

Luego de haber besado mis labios se acomodó en su lugar dejándome trabajar tranquilo. Fue cuestión de minutos para poder verla dormida

Me encantaba admirarla, incluso juraba poder hacerlo durante horas. Dormida se veía mucho más preciosa de lo normal

Mirarla solamente me traía miles de sensaciones que me hacían temblar. Maldita sea, esta mujer era lo más cercano a la perfección que alguna vez conocí

Aunque ella no esté pasando por el mejor momento de su vida, siempre se asegura de hacer feliz el día de los demás. Le importaba más la felicidad de los otros que la suya misma

Por eso y más sabía que me volví afortunado al encontrar una mujer tan perfecta, sincera y amorosa. Karol Sevilla fue la única mejor decisión de mi vida, no existe duda de ello