AMOR ETERNO

XVIII

Kaydel caminaba lento hacia la habitación de Leia, la miro y aún estaba acostada ya eran más de las 9 y sin pensarlo como si fuera una niña se lanzó sobre la cama.
—¿Que pasa?, - chillo al sentir un cuerpo contra el suyo y algo asustada.
—Soy yo tía Leia, - besando su mejilla, Leia se incorporó un poco para quedar sentada en el respaldo de la cama.
—¿Que pasó Kay?, - frotando sus ojos levemente para poder apreciar mejor el sol del nuevo día y la dulce carita de Kaydel.
—Nada tía bonita, - lo pensó, —solo quería estar contigo un momento, - Leia le sonrió y le acarició la mejilla, —ayer no tuve tiempo de hablar contigo.
—Estuve ocupada en algunas otras actividades, - parandose para ponerse una bata y volver con Kydel, —con Ben fuera de la casa me tengo que ocupar de algunas cosas tanto de la casa como de la empresa.
—Ya lo se, - dijo algo triste.
—Pero hoy pasaremos todo el día juntas que tal.
—Sabes que te quiero como a una madre, - con una sonrisa y unos ojos llorosos.
—Y yo como a la hija que nunca tuve, - le sonrió cálidamente, —te quiero Kydel eres una gran chica.
Ambas se abrazaron, Kydel había quedado huérfana desde los 8 años cuando sus padres murieron en un viaje de Londres a América ella entonces se vendría a vivir con sus únicos parientes vivos su tío Brendol Hux y su primo Armitage, pero la forma de cuidar a un varón no era la misma que la de una mujer por eso Leia intervino y se haría cargo de ella el varios aspectos de su crianza y educación.

Mientras bajaban al comedor.
—Ayude a mi tía Maz a preparar el desayuno, - le dijo sin soltarla del brazo.
—Ah si, entonces ya podrás casarte, - en tono burlón.
—Eso no pasará, no por ahora, - respondió en un tono serio.
—Creí que tu y Jacen formalizarian algo, - mirando su expresión.
—No, no, no, - riendo un poco, —el esta tan ocupado con sus cosas que realmente no me toma en consideración para nada..
—Hay mi pequeña, - tomando su mano.
—El es como su padre Luke si no se enamoró de mi a la primera no se enamora más tardé - ambas rieron ante la comparación.

—Tan bien nos conoces Kydel que si no te conocieran dirían que de verdad eres una Skywalker.
—Verdad que si, por cierto le has dado trabajo al Joven Poe y el Joven Finn.
—Si, en las caballerizas parecen buenas personas.
—Me alegró, - con una amplia sonrisa, Leí noto más halla de esa sonrisa la conocía tan bien que reconocía bien sus expresiones.
—Tanto te alegra que el joven Poe tenga empleo aquí,  - con una pícara sonrisa.
—No, no, no, no, - respondió algo colorada.
—Tantos "nos" en este día viniendo de ti que eres la reina del positivismo, - dijo cómicamente.
—Tía estoy positiva.... de que esos jóvenes tengan empleo, - dijo tratando de esconder su mejillas ruborizadas.
—Hasta que llegan, - grito Maz desde la puerta.
—Ya vamos, - respondió Leia, —te apoyaré siempre siempre Kay.
—Te adoro, - tomando más fuerte su mano.