AMOR ETERNO

XIX

Rey dormía en el hombro de Ben mientras viajaban para Pensilvania, habían salido muy temprano y llegarían en la tarde, Rey desde ayer se había sentido mal y algo cansada por eso tenía algo de sueño, a Ben le dijo que llegando a la mansión la llevaría el médico y por eso ahora hiba dormida, el le acarició el pelo acrecentando su sueño.
—Descansa amor, - le susurro al odio, ella se acercó aún más.
—¿Ya pronto llegaremos?, - pregunto entre sueños.
—Ya pronto amor, ya pronto, - acunandola hacia el..
—Donde quiera que este si es contigo siempre seré feliz, te amo Ben.
—Y yo te amo más Rey, - besando su cabeza.

Ben se encontraba muy feliz por que vería a su madre después de casi un mes de viaje deseaba abrazarla y también a su tía Maz a todos en la casa además ya quería presentarla e integrarla con su familia estába seguro que viviría en total armonía aunque también pensó en esa mujer y el secreto que no estuvo dispuesto a revelarle, «aún no» se dijo y no por miedo a perder a Rey si no que quería evitarle una pena y hacerla sentir mal pero claro que lo haría se lo contaría pero después.

†

Kydel, Maz y Rose acomodaban algunas cosas en la mesa para la cena de bienvenida puesto que no tardaría en llegar Ben con Rey estaban muy apuradas más Kydel quien había organizado todo.
—Ya quiero que llegué Ben con Rey, - dijo Kydel muy emocionada.
—Ni me lo digas Kay lo extraño tanto además esa chica Rey es un encantó y una bella personita, - contestó Maz.
—Así es la señorita.... bueno la señora Rey es una maravillosa mujer y estoy tan feliz que ella halla encontrado en el señor Ben la felicidad, - finalizó Rose.
—Les ayudó en algo, - entró Hux, Rose se puso algo nerviosa y Kydel noto eso y sonrió para ella misma.
—Si Huxi nos puedes ayudar con unas cosas, - señalando con sus delicado dedos una mesita en el fondo, —las flores porfavor, - Rose guardo una risita y Hux se puso algo rojo.
—Cuantas veces Kydel no me llames así, - caminando hacia la mesa, —y aquí no hay nada, - repuso.
—¡Rose!- grito, y ella se puso tensa al escuchar su nombré.
—Pasa algo señorita Kydel.
—Si, ayuda a Hux a buscar unas flores creo que las deje en la cocina, - dijo riendo con malicia.
—Y......o, - tartamudeo.
—E........lla, - habló Hux.
—Si ustedes dos vallan rápido, - ordenó, —pronto llegará Ben y no quiero que esta mesa parezca de muertos es de una fiesta, - ambos se miraron algo nervioso.
—Vamos Rose, - señalando para que ella se adelantara.
Maz noto la escena que armo Kydel.
—¿Que fue todo eso Kay?, - se acercó a ella.
—Nada tía....
—¿Nada? - alzando una ceja.
—Mi tía Leia lo ah dicho soy la reina del positivismo, - sonrió, —apuremos tía.

†

Rose y Hux caminaban hacía la cocina en un silencio muy incómodo.
—Que bien te vez, - dijo Hux y Rose se puso muy nerviosa y demasiado roja
—¿De verdad?, - dijo sin siquiera mirarlo.
—Te incómoda, - dijo en tono serio y algo nervioso.
—No, - tomó valor y lo miro, —para nada es usted muy amable...
—Gracias, tú también lo eres y, puedes llamarme Armitage o Hux como a ti te parezca - ella se sonrojo un poco.
—Esta bien seño..... Hux, usted puede llamarme Rose si quiere, - dijo con una sonrisa.
—Kydel es demasiado alegro y chillante, - sonrió Hux.
—Así es ella es una gran chica.
—Y tu también lo eres, - dijo con cuidado.
—Muchas gracias Hux, - dijo sonrojada.
—Ojalá encontremos esas malditas flores... - dijo en un tono gracioso y Rose no pudo evitar sonreír.