AMOR PROHIBIDO (Daniel Corral y tú)

CAPITULO 28 - JACUZZI, BARBECUE, MASAJE Y CINE 2/2

Narra ____:
Todos gritamos y cantamos nuestra porra, habíamos ganado.

Nos fuimos al campamento, ya en la noche nos dirigimos a la playa donde a lo lejos todos pudimos observar las camillas para el masaje.

Estando ahí, ninguno lo pensó dos veces y nos acostamos.

A decir verdad, todos estaban disfrutando el masaje al aire libre, bajo la luz de la luna y estrellas, no supe ni en qué momento me quede dormida.

Ana: Oigan...

Todos excepto ____: ¿Queeee?

Ana: ¿Y si vamos a comer un barbecue?

Todos excepto ____: Vamos.

Después de haberme quedado dormida, sentí algo que me estaba produciendo cosquillas en el oído y cuello, lo que hizo que me despertara.

____: Mmmm no me quiero parar— dije a quien sea que estuviera ahí.

Entonces volví a sentir cosquillas, al abrir los ojos era Octa quien me estaba dando besos en el cuello y oído, lo que provocó que me riera.

Octagón: Vamos, todos tenemos hambre y no me digas que a ti tampoco se te antoja esas deliciosas costillas a la barbecue— dijo animándome.

____: Okey, vamos— dije mientras me paraba de la camilla.

Todos nos dirigíamos hacia la mesa para poder comer, de repente siento que alguien pone algo en mi mano, Daniel.

Al llegar a la mesa, me senté en un lugar algo lejos de los demás paro poder ver que es lo que me había dado Daniel.

Pase mis manos por aquel papel, era una carta, mientras ellos platicaban y esperaban la comida, yo opté por abrir disimuladamente la carta y así leerla.

Ana: ¿Qué les pareció el masaje? Porque a mi me encantó— dijo muy animada.

Empecé a leer la carta:

______, te escribo esta carta para expresarte todo lo que no te he dicho.
Sé que si trataba de decírtelo en persona, lo más probable era que me fueras a ignorar o no querer hablar conmigo...

Rommel: Amé el masaje, era lo que necesitaba— confesó.

Me di cuenta que soy un idiota por haberme peleado contigo y con Octa, pero no solo es eso, también por hacerte sufrir, por sentir celos al verte con alguien más y no poder ocultarlo, por no dejarte ser feliz, por sentir algo tan fuerte por ti, que no es solo por tu físico, también por tu hermosa personalidad...

Octagón y Kenia: Yo igual— se unieron a Rommel.

Creo que te estoy haciendo el mismo daño que me estoy haciendo a mi, incluso tal vez más daño. Sigo con Antonieta y tú te ves muy feliz junto a Octa, no es justo para los dos seguir como lo hacíamos. Te pido perdón de corazón, espero y tú me llegues a perdonar...

Daniel: Estuvo increíble, siento la espalda como nueva— respondió, al mismo tiempo que dirigió su mirada hacia mí, probablemente porque se había dado cuenta que estaba leyendo su carta.