ARCO 2.11

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En medio de un árido desierto en medio de la nada, un automóvil se movía a gran velocidad, levantando capas de polvo en su camino. El conductor del vehículo tenía una cara realmente atractiva, pero la expresión en ese impresionante rostro se parecía mucho al de una persona que acababa de cometer un asesinato a gran escala. Sentado en el asiento del copiloto, un bello joven de tez blanca aún mantenía un rostro inexpresivo, pero sus palmas sudorosas traicionaron su apariencia.

Lo único que Tao Xi podía hacer ahora era suspirar silenciosamente. El protagonista sí que tenía un mal carácter...

Con las cejas levemente fruncidas, Tao Xi giró la cabeza y observó el lamentable estado de la protagonista femenina de este mundo. Una mujer bella, atractiva, con un encanto sin igual y una sonrisa que podía destruir ciudades enteras... Ahora mismo se encontraba atada con una cuerda en posición de oruga, sus lindos labios trataban duramente de expresar su insatisfacción, pero el trozo de tela que Jian Lu le había puesto, no le permitía argumentar ni una sola palabra.

Un poco sin palabras, Tao Xi observó el semblante ennegrecido del protagonista y volvió a soltar un pequeño suspiro para sí mismo.

Al parecer el buen muslo de pollo olvidó tener tacto con las mujeres...

Al recordar lo sucedido hace unos diez minutos, Tao Xi se sintió impotente. En una situación normal, Tao Xi estaba seguro de que Jian Lu nunca trataría tan mal a alguien, en especial sí esa persona era una mujer, así que cuando encontraron a la protagonista como un polisón en el asiento tracero, Tao Xi pensó que Jian Lu por lo menos trataría de preguntar su identidad o algo por el estilo, pero con lo que Tao Xi no contaba era que ni bien la protagonista abriera la boca, sus primeras palabras fueran: 'Escuchen soldados inútiles, yo estoy a cargo ahora, obedezcan o lamenten las consecuencias'

En ese momento, Tao Xi tuvo que detener a Jian Lu para que no arrojara a la mujer por la ventana.

Los diez minutos que siguieron en el coche, la protagonista no paraba de decir sus exigencias y dar órdenes por aquí y por allá. Ni hablar de Jian Lu, quien parecía estar a punto de hechar humo por las orejas, incluso el siempre indiferente Tao Xi estaba comenzando a perder los estribos.

Al final, Jian Lu no lo soportó más, detuvo el coche, cogió una cuerda y ató a la protagonista como si estuviera amarrando a una bestia y para evitar que soltara sus insufribles chillidos, cogió un trozo de tela que encontró por ahí y se la metió en la boca. Por último, sin importar cuánto pataleara o se retorciera, la supuesta líder femenina fue brutalmente arrojada al asiento del pasajero como un viejo y arrugado saco de papas.

Honestamente, Jian Lu se sintió un poco insatisfecho, si no fuera por Tao Xi, seguramente habría arrojado a la mujer al maletero.

Carole, al ser la protagonista femenina de este mundo, tenía una apariencia digna de ser elogiada, al igual que su hermano mayor, Carole poseía un largo cabello rubio que le llegaba hasta la cintura, un par de grandes ojos color avellana, muy claros y limpios como la superficie del agua. A diferencia de muchas mujeres que en estos días no tenía nada bonito o especial que ponerse, Carole usaba un bello vestido blanco, que combinaba perfectamente con su tono de piel y resaltaba sus sobresalientes curvas.

En la trama original, Carole no tenía mucha presencia en la historia, sólo se la veía de vez en cuando en algunos capítulos de la novela. Ese era un asunto que a Tao Xi le costaba un poco entender, si el protagonista masculino y la protagonista femenina casi nunca se vieron, ¿Cómo terminaron caminando juntos al altar?

Además, gracias a la ayuda del sistema 002, Tao Xi supo que la líder femenina era una persona un poco mezquina y orgullosa, eso sin mencionar su comportamiento arrogante y de mal carácter. No es de extrañar que no se llevará bien con algunos de los amigos de Jian Lu.

Engañando Al Sistema De Dios: El Villano EscoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora