Tao Xi, que estaba a punto de escabullirse por debajo de la mesa, fue atrapado por el protagonista, Wei Xihan, quien por cierto, no parecía estar de muy buen humor.
El emperador y todos los presentes observaron esta escena en estado de shock, sus rostros pálidos y sus expresiones incrédulas fueron muy divertidas a la vista.
El único que parecía indiferente hacia todo lo ocurrido fue el tercer príncipe del Imperio Fénix, Wei Mengya, quien se sentó en el rincón mientras soltaba una que otra risita disimulada.
Esta fue la primera vez desde que llegó a este mundo que Tao Xi sintió ganas de llorar. Solo ver las líneas negras en el rostro de Wei Xihan fue suficiente como para ponerle la piel de gallina. ¡Dios! ¡Parece que el protagonista aún le guarda rencor por lo sucedido en el callejón! Tao Xi era miserable. Pero incluso en esta situación, se vio obligado a tragarse sus quejas y mostrar una sonrisa tranquila y desinteresada.
"Xi'er, me estás lastimando" El joven se quejó con voz lastimosa, pero su expresión era tan serena que parecía estar mintiendo.
Las pupilas de Wei Xihan se encogieron, rápidamente soltó su mano, "Lo siento..."
Tao Xi, que fue liberado de su agarre, sonrió mientras se acariciaba la muñeca.
Frente a él, Wei Xihan visualizó las tenues manchas de sangre que se expandían poco a poco por las vendas, sus ojos se oscurecieron y su corazón se apretó. En ese momento fue impulsivo y olvidó por completo que Dong Moshui aún mantenía los cortes sangrientos causados por Ying Lou. La hermosa cara de Wei Xihan instantáneamente se volvio sombría y aterradora, aunque aún tenía ganas de llevarse al hombre consigo, esta vez tuvo cuidado de no lastimarlo.
Tao Xi fue testigo de cómo el semblante impresionante y sobrehumano del protagonista se volvía aterrador como una asura del infierno. Aunque mantenía una sonrisa suave y gentil, no pudo evitar querer darse la vuelta y correr.
¡Mier**! ¡¿Podría ser más aterrador?!
Sin embargo, incluso después de reconsiderar sus opciones, Tao Xi no tuvo las agallas como para volver a engañar al protagonista. Aunque había ocupado el lugar de Dong Moshui en esta novela y su final seguía siendo incierto, ¡El jefe Tao todavía era alguien que valoraba su vida!
Sin nada más que agregar, Tao Xi se mordió el labio y se acercó voluntariamente a Wei Xihan.
Tal vez no esperaba que el hombre se acercara por cuenta propia a él, el cuerpo de Wei Xihan se tensó e inconscientemente dió un paso atrás.
Tao Xi se detuvo y lo miró aturdido.
Las orejas del infame Rey del infierno se volvieron rojas de repente, bajó la cabeza y habló un poco avergonzado.
"Maestro... este discípulo vino a recogerte"
"¿Huh?" Los ojos de Tao Xi se abrieron tanto que parecían estar a punto de caerse de su cara.
El emperador, quien había estado viendo todo desde el costado, se atragantó y comenzó a toser. El cuanto a los ministros, se podría decir que la mandíbula de todos ellos por poco tocó el piso.
"Jajaja..." Wei Mengya palmeó la mesa y se rió sin preocuparse por su imagen.
Viendo a un protagonista que se suponía era sanguinario y de corazón helado siendo tímido como una niña en sus quince, sin duda fue una vista dolorosa. Tao Xi sintió que sus entrañas se volvían verdes y estuvo a punto de escupir un bocado de sangre. ¡Esto es una estafa! Lo correcto sería que este demente lo matara en el acto, ¿Qué pasa con esta situación? El jefe Tao incluso pudo escuchar su sentido racional hacerse pedazos, hasta las lágrimas no podrían compensar sus pérdidas.
![](https://img.wattpad.com/cover/166065613-288-k586216.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Engañando Al Sistema De Dios: El Villano Escoria
RandomTras haber ocupado el papel del segundo líder masculino durante varios miles de años, Tao Xi por fin pudo ocultar sus pasos y librarse de las cadenas que lo ataban al Sistema de Dios. ¡Ya no tendrá que soportar ser asesinado por un estúpido hijo de...