ARCO3.2

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Xuan Lin era el hijo ilegítimo que uno de los jóvenes maestros de la secta tuvo con una campesina mientras estaba borracho. Este era uno de los personajes con un pasado aún más lamentable que el del protagonista, su madre no lo amaba, su padre lo ignoraba y su propia familia lo trataba peor que a un perro. Todos los días era maltratado por discípulos y por algunos sirvientes, tenía que humillarse si quería comer y acurrucarse con los caballos del establo para no morirse de frío.

Tal vez por el sufrimiento que fue acumulando en su infancia, se convirtió en el principal enemigo del protagonista de este mundo.

Después de años siendo maltratado injustamente, Xuan Lin decidió escaparse de la secta Yuan Qi y tratar de vivir una mejor vida. Pero no se dió cuenta de que ese mismo escape fue la causa de todos los problemas que caerían sobre él en el futuro.

Resulta que Xuan Lin fue el heredero elegido por el demonio soberano para convertirse en el futuro portador de sus poderes y su legado. En ese tiempo, el demonio soberano fue gravemente herido en una batalla contra los inmortales, pero antes de morir liberó su esencia y la trasladó a un recién nacido, convirtiéndo al bebé humano en el futuro emperador de los demonios.

Pero Xuan Lin no se dió cuenta de nada de esto hasta que cumplió los 15 años, fue también en un duelo contra el protagonista cuando despertó por primera vez sus poderes oscuros. A partir de ese momento, su vida cambió, fue despreciado por la raza humana y tachado como un monstruo portador de muerte y desgracia. En ese momento, se convirtió en el enemigo mortal del protagonista, comenzó a dirigir a todos los demonios y sembró el miedo y la oscuridad a donde quiera que fuese.

Al final de la historia, cuando el protagonista finalmente se convirtió en un inmortal y derrotó a Xue Shen, desafío al demonio soberano (Xuan Lin) en una batalla que sacudió los cielos e hizo temblar la tierra. Después de un tiempo incalculable, el protagonista utilizó la espada del ojo divino para herir gravemente a Xuan Lin y salir victorioso. Xuan Lin, quien fue derrotado por el protagonista, fue desterrado a las tierras olvidadas, lugar en el que pasaría el resto de la eternidad.

Siendo informado de esto, Tao Xi no pudo evitar pensar que si el protagonista no hubiera utilizado esa espada sagrada, nunca habría tenido la menor oportunidad contra el demonio soberano.

Pensando de esta manera, Tao Xi bajó la cabeza y acarició el desordenado cabello del niño que aún continuaba recostado en su regazo. Aunque casi no podía ver su rostro, tuvo que admitir que el pequeño tenía unos ojos realmente hermosos, eran negros como la tinta y parecían tener el brillo de miles de estrellas dentro de ellos.

Xuan Lin, quien había estado hipnotizado durante todo este tiempo, se sobresaltó cuando se dió cuenta de que había estado encima del gran anciano, y lo peor de todo fue que lo estuvo mirando de una manera tan descarada. Trató desesperadamente de levantarse, pero dió un mal paso y volvió a tropezar, en ese momento en verdad quiso morir de vergüenza.

La impotencia hizo que las lágrimas se formaran en sus ojos.

Tao Xi se rió entre dientes al ver la terca actitud del pequeño, se levantó de su asiento y le tendió la mano.

"¿Te ayudo?"

Xuan Lin fue sacudido por esas palabras, levantó tímidamente la cabeza mientras asentía, pero se sintió avergonzado de colocar su sucia mano en la hermosa y delicada palma del gran anciano.

Estrellas aparecieron en los ojos de Tao Xi, no sabía por qué, pero de repente sintió ganas de pellizcar las mejillas de este lindo niño.

Una vez de pié, Xuan Lin no supo como debería reaccionar. Apretó los bordes de su túnica mientras se agachaba, "Lamento mucho haber tirado el té encima del gran anciano"

Engañando Al Sistema De Dios: El Villano EscoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora