Engañando Al Sistema De Dios: El Villano Escoria

ARCO6.12

En una de las habitaciones de Palacio, Tao Xi se sentó sobre la cama, cruzó sus piernas y observó inexpresivamente la pintura frente a él.

En la imagen, el hombre que era tan hermoso y majestuoso como un Dios, se sentó lánguidamente en una silla mientras era rodeado por las innumerables flores de un jardín. Sus ojos azules como el océano miraban hacia adelante, transmitiendo un sentimiento de poder y soberanía incomparable en el mundo. Aunque solo se sentó y no hizo nada especial, la presencia que lo rodeaba era suficiente como para hacer que las personas no pudieran apartar los ojos de él. Era bello como una flor al borde del acantilado, una vista hermosa pero mortal para el que se acerque demasiado.

Las cejas de Tao Xi se frunciron ligeramente, alejó sus ojos de la pintura y se dió la vuelta para mirar a cierto hombre recostado a su lado.

Sin duda, la persona a su lado era el modelo de tal encantadora obra. El hombre era inhumanamente hermoso, llamarlo asesino de mujeres no sería ninguna exageración. Tao Xi había pensado ingenuamente que este protagonista pertenecía a la categoría de criatura fría y sin moral, pero después de interactuar más con este espécimen desvergonzado, Tao Xi agregó otra etiqueta en su cuaderno mental...

Wei Xihan: Criatura malvada, viciosa, inmoral y, en última instancia, un pervertido sin sentido de vergüenza.

"Quita tus manos"

Los ojos de Tao Xi se oscurecieron mientras levantaba una mano para golpear la pata que se deslizaba por su cuerpo.

El pequeño cachorro vió que su dueño no estaba de buen humor y se retiró a regañadientes.

Los ojos azules sonreían mientras miraba fijamente la pintura sobre la mesa, "El maestro no perdió su habilidad, no sabía que este señor era tan guapo"

Los labios de Tao Xi se torcieron cuando escuchó ese comentario, hasta este punto ya había olvidado por completo el miedo que sentía cada vez que Wei Xihan estaba cerca. Ahora todo lo que quería era golpear la cabeza peluda de este perro gigante.

... Bueno, fue una lástima que en su estado actual, golpear a Wei Xihan fuera tan difícil como hacer crecer cabello en la cabeza de buda. ¡Incluso si lograba golpearlo, Tao Xi estaba seguro de que terminaría lastimándose más que el propio hombre!

Los ojos de Tao Xi se fijaron en los musculosos y tonificados brazos de Wei Xihan, luego bajó la cabeza y observó su brazo delgado y sin carné. Este fue un contraste tan doloroso, ah.

Después del banquete, los invitados se despidieron y regresaron a sus hogares. En ese momento, Tao Xi pudo ver las malas intenciones en los ojos de Wei Xihan, pensó que el hombre sería inflexible y se lo llevaría con él, pero para su sorpresa, cierto protagonista fue descarado hasta más allá de la salvación y pidió directamente una habitación en el Palacio imperial.

Naturalmente, este cambio de eventos conmocionó mucho a Tao Xi. Pero después de pensarlo un poco, se dió cuenta de que tal vez este perro grande hubiera averiguado algunas cosas que no quería contar. Además, esta fue la primera vez que Tao Xi presenciaba con sus propios ojos una situación en la que una persona se metía voluntariamente en la guarida del tigre. Si, no hay duda de que Wei Xihan no ponía en sus ojos al emperador ni a ninguno de sus hijos, pero tampoco era tan tonto como para actuar sin tener un plan de respaldo. Tao Xi fue claro sobre esto, Wei Xihan ya lo había arrastrado, así que no le quedó más remedio que cooperar.

...

Wei Xihan no tenía idea de los pensamientos que pasaban por la cabeza de Tao Xi, el gran perro rodó por la cama hasta llegar frente al joven y preguntar, "Maestro, ¿Te sientes bien?"