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O l i v i a

– ¿Te vas? –preguntó Khea.

– Si, quedé en verme con Valen –respondi, mientras terminaba de guardar la ropa en el bolso– Lo quiere ver al gordito

– Ah, ¿y vas a estar sola? –sonreí y me acerqué a él.

– ¿Queres ir?  –pregunté.

– No, solo preguntaba –encogió sus hombros, no tardó en irse de la habitación. No entendí porque se puso así pero bueeno.

Me despedí de los chicos, Nacho me llevaba a casa y luego él se iba a la casa de sus otros amigos y compañeros de trabajo.

Al llegar saludé a mi vieja, ella había pasado Navidad con mi abuela.

– Hay regalos en el árbol para ustedes –comentó.

– Gracias má –mi hermano fue rápido a buscar su regalo, como siempre mamá nos regalaba ropa porque según ella era lo que más se necesitaba.

A Benja le había regalado unos ositos que hacían ruido, lo dejé en su coche y el jugaba con su regalo.

– Me voy, luego vuelvo –habló Nacho– Las amo –dejó un beso en mi mejilla y repitió la acción con mi mamá.

– ¿Queres tomar mates? –mamá preguntó mientras juntaba los papeles de regalo, siempre los guarda para volverlos a usar.

– Si ma, dentro de un rato va a venir Valentín, quería ver a Benja –ella asintió y se fue a la cocina.

Ordené las cosas en mi habitación, y luego bajé para tomar mates con mamá.
El timbre sonó luego de un rato eran las ocho de la noche. Mamá fue a abrir la puerta mientras yo me quedé preparando la leche del bebé.

Pasaron unos segundos y ví a Valen entrar a la cocina, sonreí y me acerque a saludarlo.

– Feliz Navidad –nos abrazamos un ratito.

– Feliz Navidad Oli –sonreí mirándolo.

– Acá está el gordito, está por merendar –hice upa a Benja y se lo acerqué a Wos para que lo saludara– Veni nos sentamos afuera, está más lindo

Salimos al patio, nos sentamos uno frente a otro, él le hablaba a Benja y el gordo sonreía. Le dió su regalo, era un chupete color azul,  un perfume de bebé y una remera.

Luego de que le di la leche a Benja, Wos lo hizo upa y entré a preparar teres, el calor que hacía era insoportable.

– Che Oli, ¿te puedo preguntar algo? –asenti mirando a Valen mientras le pasaba el mate– Khea y vos, ¿son algo?

– Algo así –asenti sonriendo.

– Ah, es un buen pibe –comentó.

– Si –asenti. Se creó un momento de silencio incómodo, pero no duró mucho ya que la risa de Benja se sintió.

– No se de que se ríe –susurro Valen.

– Debe estar feliz –sonreí mirando a mi hijo, Valen me miró y sonrió.

вєиʝαмιи •кнєα• Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora