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O l i v i a

Me desperté al sentir el llanto de Benja, me acerqué a él y lo hice upa para abrazarlo, quizás solo soñó feo.

– No llores, acá está mamá –susurre. Le hacia mimos en la espalda, el se mantenía abrazado a mi.

– ¿Papa? –susurro mirándome.

– Papá está en su casa –respondí.

– Papá –susurro e hizo puchero.

– Luego viene hijo –acaricie su mejilla.

– Papá –volvió a insistir y comenzó a llorar, lo abrace pero ni así dejaba de llorar.

– Basta bebé, mañana viene papá –susurre pero él seguía llorando. La puerta de la habitación se abrió y ví a Nacho.

– ¿Que pasó? –preguntó y se acercó a nosotros.

– Quiere a Valen –respondí.

– Pa –volvio a decir Benja mientras lloraba.

– ¿Porque no lo llamas gorda? –habló mi hermano.

– Debe estar durmiendo el otro –sonreí.

– Intenta –me dejó el celular al lado mío y salio de la habitación.

Marqué el número de Valen, no atendía. Intenté otra vez, espere espere y tampoco. Benja seguía llorando, asique intente de nuevo hasta que atendió.

– Oli, ¿Que pasó? ¿Estan bien? –habló rápido Valen al atender la llamada.


– Tranquilo gordo, estamos bien solo que Benja se levantó medio mamengo y te llama –comenté– ¿Escuchas como llora?

– Mi vida, dale el teléfono –comentó.

– Háblale –susurre, le puse el celular en el oído a Benja, Valen le hablaba y él dejaba de llorar de apoco, hasta que a lo último soltó una sonrisa. Gateo en la cama hasta bajarse, si ya sabía bajarse de la cama, fue a buscar unos juguetes y los dejó sobre la cama– ¿Que le dijiste? –pregunte sonriendo.

– Que ya voy –susurro y escuche su risa– En un rato llegó, no te duermas osita

– Te espero gordo –sonreí y corté la llamada.

Prendí la luz de la habitación, Benja había dejado juguetes sobre la cama y luego me pidió ayuda para subir, se puso a jugar.

Al rato recibi un mensaje de Valen para que le abra la puerta, hice upa al bebé y fuimos los dos a abrirle la puerta. Quité la llave y en cuanto Benja lo vió, empezó a sonreír y le extendió sus brazos para que lo hiciera upa.

– Hola mi amor –Valen dejó besos por los cachetes del bebé y él solo reía.

– Lo malenseñaste vos –sonreí mirandolos.

– Shhh –se acercó a mi y dejó un beso sobre mis labios– Vos también me extrañabas –susurro y sonreí negando.

– Papá –habló Benja, abrazó a Valen y se arrecostó en su hombro.

– Vamos a la cama –susurre.

Fuimos a la habitación, yo me acosté en mi lugar, Valen se acomodó en el lugar libre y Benja estaba en el medio de ambos, le di teta para que durmiera y le agarro la mano a Valen.

– Tiene miedo de que me vaya de nuevo –susurro Valen mirándome, sonreí asintiendo. Nos quedamos ahí los tres, el bebé se había vuelto a dormir agarrado de la mano de su papá.

вєиʝαмιи •кнєα• Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora