Con fuerza EunBi estruja la empapada tela entre sus manos, haciendo que el exceso de líquido caiga en el interior del recipiente con agua fría que ha dejado con rapidez sobre el pequeño mueble ubicado a un lado de la cama de su abuela y luego, cuidando mucho el no despertar a la anciana antes de colocar la tela ya más fría, retira con suavidad el trozo que se encuentra hace ya unos minutos sobre su frente, sintiendo en el acto la tibieza que éste ha adquirido debido al aumento de temperatura corporal.
Deja el nuevo paño con rapidez y puede observar al instante como al sentir el frío contacto contra la piel de su frente, su abuela hace una mueca de incomodidad mientras suelta débiles quejidos entre sueños.
Aquella acción solo provoca que el corazón de EunBi sienta una punzada de culpabilidad y que en su cabeza se reproche una y otra vez el no haber sido capaz de encontrar aunque fuese un poco de medicina. Porque sí, los paños húmedos han sido de gran ayuda consiguiendo mantener la fiebre estable durante todo este tiempo, pero igualmente la joven sabe que también hay que contraatacarla desde el interior del organismo, y aquello no lo puede hacer más que una medicina.
— No te preocupes, abuela —EunBi se agacha a un lado de la cama y luego toma con delicadeza una de las frías manos de la anciana dormida, para comenzar a acariciarla con cariño.— No sé muy bien cómo, pero sin duda mejorarás... —al momento de decir aquello, la chica baja su cabeza con impotencia para después apoyarla contra uno de los bordes del colchón, sintiéndose inútil por no poder hacer más por su abuela.
Repentinamente siente como la mano entre las suyas hace una leve presión y luego como un peso se ubica sobre su cabeza. La chica se endereza con lentitud, para unos segundos después encontrarse de frente con la anciana, quien la mira con calidez desprendiendo de sus ojos.— ¿Por qué esa carita de tristeza, pequeña? —su abuela pregunta bajito, acariciando con suavidad la cabeza de la joven, como si de un pequeño cachorro se tratara. Aunque sinceramente, en ese instante EunBi se siente como uno, como un pequeño cachorro que necesita consuelo al sentirse mal consigo mismo.— Que yo sepa, nadie se ha muerto aún —Agrega con una risa, aunque luego se vuelve una escandalosa tos.
La chica guarda silencio con sus ojos puestos sobre la mujer tosiendo, preguntándose en su mente: ¿Cómo es posible que juegue con aquello? y más en el estado que se encuentra.
Para EunBi el sólo imaginarse que algo así le sucediera... No, ni siquiera puede imaginárselo, su abuela es una de las pocas personas en su vida que realmente aprecia, y perderla sería lo peor que le podría pasar.
Un nudo se forma con rapidez en su garganta impidiéndole hablar e inconscientemente aprieta la mano de la anciana que aún descansa entre las suyas.— Yo no quiero que algo así te suceda, abuela...EunBi muy pocas veces en su vida ha llorado en frente de una persona que no sea ella misma, pues le gusta mostrarse como una mujer fuerte ante las demás. Es más, en su memoria el único recuerdo de haber llorado verdaderamente frente a alguien, fue cuando de pequeña sus padres regresaron luego de tanto tiempo a buscarla para ir de vuelta a casa, y ella en su desesperación se aferró a su abuela, resistiéndose con todas sus fuerzas a marcharse con ellos. Aunque bueno, finalmente nada impidió que terminara siendo llevada a rastras por sus padres. Un hecho bastante lamentable.
— Oh, SinB, no llores —a pesar del débil estado en que se encuentra, su abuela intenta contenerla lo más que puede, dejando que la chica vuelva a aferrarse a ella como de pequeña. El tiempo puede transcurrir muy rápido, pero hay cosas que nunca cambian.— Solo bromeaba, estaré algo enferma, pero no para morir.
SinB asiente mientras sorbe su nariz. Aquel solo fue un momento de debilidad, pero ya pasó.
— Ok...
— Además, no es la primera vez que me enfermo, ¿sabes? —su abuela revuelve su cabello, haciendo que EunBi sonría levemente. Al parecer ya se encuentra mejor, pues su semblante ha cambiado a uno con aspecto más saludable.— Tengo al señor Lee como amigo, así que él siempre me viene a ver cuando enfermo. Es bueno tener de amigo a un doctor.
La pequeña sonrisa de la chica se transforma en una expresion de asombro, que luego pasa a confusión.— ¿Doctor? —la anciana asiente ante su pregunta.— ¿Por qué no lo dijiste antes?
Su abuela se eleva de hombros.— Bueno, tú no me lo preguntaste, además de que te estabas esforzando tanto en cuidarme que-
EunBi no la deja ni terminar, pues se pone de pie con rapidez, por poco casi derramando el agua del recipiente al girarse con brusquedad.— Entonces hay que llamarlo —y sin más la chica sale de la habitación, aunque luego de unos segundos regresa a gran velocidad, asomando su cabeza por la puerta.— ¿Y el número?
— Lo tengo anotado en una hoja, que está pegada en una de las paredes de la cocina... —Alcanza a decir, antes de que su nieta vuelva a desaparecer de su vista.
Mientras avanza en dirección a la cocina, EunBi se cuestiona mentalmente el si debería enfadarse con su abuela por no haberle dicho antes ese detalle tan importante respecto a que el señor Lee es doctor, aunque luego de un rato lo deja pasar, pues razones válidas para molestarse no tiene. Su abuela tiene razón en sus palabras; ella no lo había preguntado.
Al llegar a su destino–luego de haber ido antes a buscar su teléfono, que se hallaba descansando en su habitación–, EunBi marca con rapidez el número anotado y luego llama.
— ¿Hola?
— Eh... Señor Lee, hola, perdone si lo molesto. Soy EunBi, la nieta de Cho-Hee... No sé si me recuerde... Yo...
— Oh, claro que te recuerdo, eres igualita a tu abuela. Pero dime, ¿Sucedió algo?, he de suponer que sí, porque sino, no encuentro otra razón para que llames.
— La verdad es que sí. Mi abuela mencionó que usted es doctor y bueno... Resumiendo, le quería pedir si por favor puede venir a verla, ella se desmayó y tiene fiebre... He intentado que disminuya con compresas, pero igualmente continúa... y...
— Ok, no te preocupes, enseguida estaré allí. Solo procura que se mantenga fresca por ahora, ¿si?
— Está bien. Muchas gracias por su ayuda, señor.
— No hay de qué.
Cuando la llamada finaliza, EunBi suspira con alivio. Ahora sólo le queda esperar a que el hombre llegue, pero está segura que con su ayuda, su abuela volverá a estar saludable con rapidez.
Perdón si hay faltas ortográficas o partes incoherentes en el capítulo, la verdad es que no lo he revisado.
Muchas gracias por leer~ ❤
ESTÁS LEYENDO
I wish to bite you |┇| Sinrin
Fanfiction¿Un abrazo? No. ¿Un beso? No. ¿Y qué tal una mordida...? YeRin cree que la forma más sincera de demostrar su cariño es con una mordida. Y SinB, pues... ella es quien recibe aquel cariño tan especial. [. . .] Cansada de los conflictos que sus padres...