EunBi se remueve con incomodidad sobre su cama, con el recuerdo de la conversación que mantuvo con su abuela horas atrás dándole vueltas en la cabeza.
Resumiéndolo un poco, luego de haber oído las palabras de la anciana que le cuestionaban el hecho de haberse ido de casa y también mentirle a sus padres con respecto al destino que se dirigía, a la chica no le quedó más que confesar la verdad y decir así la razón por la que había decidido tomar aquella drástica decisión al marcharse. Le contó que desde que sus hermanos mayores se habían ido de casa por sus estudios, el comportamiento de sus padres había cambiado volviendo algo tensa su relación, al punto de llegar a irritarla cada vez que por culpa de un pequeño desacuerdo terminaban discutiendo y estando molestos el uno con el otro hasta por días. EunBi comentó que en ocasiones como esas solo le daban ganas de decirles que era estúpido enfadarse con el otro por cosas que ella realmente creía insignificantes, porque en serio ¿quién se enoja con su esposa solo por encontrar una almohada incómoda?
Tal vez mencionar aquellas situaciones hicieron algo predecible el final de su confesión, pues cuando terminó diciéndole a su abuela que prefirió irse de casa al enterarse que todo concluyó en la palabra divorcio, la anciana no se mostró muy sorprendida, es más, llegó a decir que darles un tiempo a solas a sus padres serviría para que reflexionaran bien sobre el tema, aunque igualmente no evitó que le volviese a reprender por mentir. Ancianos, siempre priorizando las buenas enseñanzas.
— Tienes que decir la verdad ante todo... —la chica repite las mismas palabras que su abuela le dijo antes de permitirle entrar a casa luego de retenerla con su pequeño interrogatorio. A fin de cuentas, EunBi nunca pudo mencionarle nada con respecto al curioso encuentro que mantuvo en el bosque.
Y ahora, bueno, solo le queda intentar dormirse, aunque sinceramente se le está haciendo algo imposible puesto que la molestia que le genera recordar las numerosas discusiones de sus padres no la dejan para nada en paz.
Intenta dejar su mente en blanco y se acomoda más abajo en las mantas para cubrirse por completo, con la idea de que así podrá lograr quedarse dormida aunque sea por falta de aire. Cuando siente que hacer aquello ya está funcionando y que por fin comienza a quedarse dormida, un repentino sonido de viento atravesando el bosque con intensidad la hace abrir sus ojos y apartarse las mantas de encima en un sobresalto.
Debido a que el sector en donde vive su abuela está relativamente alejado de lo urbano, la única luz que puede llegar a apreciarse es la que le brinda la luna, pero que en este caso no está pues al parecer las nubes han decidido cubrir al cuerpo celeste esta noche y en consecuencia la habitación en la que se encuentra está a oscuras totalmente.EunBi se apresura a estirar una de sus manos hacia el pequeño mueble a un lado de su cama y luego tantea hasta toparse con la linterna que dejó allí, cuando las llemas de sus dedos hacen contacto con el objeto, la chica envuelve éste con su mano y después presiona el interruptor con su dedo pulgar, aquella acción provoca que la habitación se ilumine al instante y tiene que cerrar sus ojos por un momento debido a la repentina luminosidad que los ha inundado. Con aquello pasado, EunBi se dirige gateando sobre su cama hasta la ventana más cercana para así observar a través de ella, lo único que puede divisar en el exterior son a los árboles agitándose con fuerza mientras provocan un estruendoso sonido de ramas chocando entre sí.
Le resta importancia al asunto repitiéndose que aquello es normal, no está en la ciudad y la naturaleza suele tener este tipo de ruidos durante las noches.
Se sienta en el borde de la cama y luego se coloca de pie para ir hacia la habitación de su abuela y así poder verificar si la anciana se encuentra bien. Desde que su abuela enfermó, la chica adquirió la pequeña costumbre de ir a verla por las noches.
Camina con sigilo por entre la oscuridad, siendo la única luz que abre su camino la proveniente de la linterna que sostiene entre una de sus manos. Al llegar a su destino la joven entreabre con cuidado la puerta del cuarto y luego asoma un poco su cabeza para poder observar lo que ocurre en el interior, como es de esperar, solo se encuentra con su abuela durmiendo plácidamente en su lugar. Tranquila por aquel hecho, EunBi decide regresar a su habitación y continuar con sus intentos de dormir.
Pero justo cuando se encuentra pasando por la sala de estar en dirección a su habitación, un fuerte golpe contra la puerta la sorprende, haciéndola dar un pequeño brinco por el susto. No está muy segura de qué lo ha provocado, pero la chica concluye que solo se ha tratado de una rama suelta que seguramente fue guiada por el aire hasta finalmente golpear allí. De todos modos, se acerca para verificar que no haya sido algo más grave.
Mientras camina, EunBi se pregunta si su abuela tiene un sueño muy profundo, porque ni siquiera con aquel ruido la ha escuchado removerse.
Abre la entrada principal saliendo unos cuantos pasos hacia el exterior del hogar y con linterna en mano comienza a recorrer con su mirada la pequeña extensión del pórtico. No se encuentra con nada fuera de lo normal realmente, o bueno, eso piensa hasta que al llegar a una de las esquinas del lugar dos puntos verdes brillan por entre la oscuridad en su dirección. Aquello la sorprende verdaderamente, haciéndola dudar si realmente sus ojos están viendo eso o solo son inventos de su imaginación producto del sueño que siente.
El perro con el que se topó esta mañana no se parece nada al que está temblando de miedo frente a ella.
EunBi se queda unos segundos observándolo en silencio de la misma forma en que el animal lo hace con ella. Durante ese período de tiempo, el ruido de las ramas agitándose solo se intensifica y la chica puede escuchar a penas como el canino suelta un pequeño gruñido de molestia, aunque más bien parece reflejar el miedo que experimenta.
Es la segunda vez en su vida que ve al animal, pero de todas formas no entiende por qué siempre que lo hace, unas ganas de querer ayudarlo nacen en su interior. Tal vez sea porque en las dos situaciones que lo ha encontrado se ha visto vulnerable, realmente no lo sabe.
— Así que te dan miedo los ruidos fuertes... —le habla con suavidad, acercándose hasta una distancia que considera prudente para no intimidarlo.— Tu dueño debería tener más cuidado y no dejar que te vayas de casa —la mirada que el animal le dedica en ese instante logra transmitirle mucha más información de lo que le hubiesen dicho simples palabras; y es que se da cuenta que ese supuesto dueño no existe.— ¿Quieres algo de comer para pasar el susto?
Mientras observa como el canino devora una lata de comida envasada con algo de recelo, EunBi comprende que esa actitud suya seguramente no vaya a cambiar solo por un poco de su amabilidad.
Pero quién sabe, talvez luego de varias visitas nocturnas, aquello podría ir variando.
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La verdad es que tenía planeado publicar este capítulo hace ya muchos días atrás, pero debido a varios factores (incluyendo también que estuve algo enferma) no tuve tiempo para escribir. De todas formas, espero que la actualización haya sido de su agrado.
Muchas gracias por leer~ ❤
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I wish to bite you |┇| Sinrin
Fanfiction¿Un abrazo? No. ¿Un beso? No. ¿Y qué tal una mordida...? YeRin cree que la forma más sincera de demostrar su cariño es con una mordida. Y SinB, pues... ella es quien recibe aquel cariño tan especial. [. . .] Cansada de los conflictos que sus padres...