I wish to bite you |┇| Sinrin

🐶 Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 29: Cᴀᴢᴀ 🐶

— Déjame ayudarte —de pie a un poco más de un metro de altura que la separa del suelo, YeRin se inclina y le extiende su mano a SinB para así ayudarla a subir la pequeña pared de roca escarpada que se ha atravesado de imprevisto en su camino.— Ten cuidado con esas rocas, se ven un poco sueltas —le advierte mientras la sujeta envolviendo su mano alrededor de su brazo, aunque no con mucha fuerza.

— Okay... —EunBi asiente a la par que, ayudada por la híbrida y también por una raíz sobresaliendo del terreno, toma impulso para subir lo suficiente, manteniendo luego de hacer eso el equilibrio en el espacio reducido en que han quedado sus pies.— Uh... ¿Y-y ahora qué? —pregunta con nerviosismo al sentir que en cualquier instante podría caer, cosa que la verdad es un tanto absurda si toma en cuenta que la pared rocosa no mide ni dos metros y que ella aún no ha ni alcanzado los setenta centímetros de altura.

La híbrida examina rápidamente el lugar con su mirada.— Pisa allí —indica con un leve movimiento de cabeza.

— B-bien —SinB eleva una de sus piernas para dar alcance con el sitio que YeRin le ha indicado anteriormente, y cuando lo logra y cree ya estar lo suficientemente firme, traslada el resto de su cuerpo hasta allí.— Ahm... N-no veo ningún otro lugar en el que pueda pisar... —habla con nerviosismo, apegándose lo más que puede al terreno mientras se sostiene de allí con la mano de la que no está siendo agarrada. Y es en ese instante que se pregunta cómo lo hizo YeRin para subir por completo y sin ayuda de nadie, algo bastante sorprendente si lo compara con su penosa situación actual.

— Dame tu otra mano —la chica mitad canina le dice inclinándose aún más en su dirección desde la cima del lugar.

EunBi cambia su expresión nerviosa a una de sorpresa cuando oye a la híbrida decirle eso.— Ahm... Y-yo creo que... —hace un intento de rechazar aquello, pero en vista de que realmente no tiene ninguna excusa como para hacerlo y que además la híbrida sí pareciera saber lo que hace, solo se mantiene después en silencio y aún no completamente segura deja que ésta la sostenga también de su otro brazo.

— Ahora coloca tu pie allí —YeRin le señala un lugar que le queda un poco más arriba de la rodilla, haciendo que SinB dude en ese momento de su capacidad para lograrlo.— Yo te ayudaré, no tienes que preocuparte —la tranquiliza mientras aumenta la fuerza con que la sostiene, intentando transmitirle confianza a la vez que se prepara para lo que viene.— Bien, a la cuenta de tres tienes que saltar y yo te ayudaré a subir hasta aquí, ¿sí?

Sumamente temerosa, pero intentando confiar en la híbrida, EunBi acepta con un pequeño e inseguro asentimiento de cabeza y luego se prepara colocando su pie en el lugar señalado con anterioridad para tomar impulso.

— Uno... —la híbrida comienza a contar.— Dos... —continúa, y SinB al oírla ya está empezando a arrepentirse.— Y... ¡Tres! —Aunque ya es muy tarde como para hacerlo cuando al decir aquello YeRin prácticamente la obliga a saltar mientras la jala en su dirección con fuerza, cosa que realmente logra sorprenderla hasta el punto de hacerla cerrar sus ojos mientras ahoga un chillido de sorpresa.

No es hasta unos segundos después de que eso ya ha ocurrido y cuando siente que no está cayendo, que EunBi recién se atreve a separar sus párpados con lentitud para terminar de confirmar la situación, encontrándose así con sus pies apoyados firmemente en el suelo, y luego también con YeRin que se mantiene observándola con gracia, aún sin soltarla de las manos –aunque bueno, esto último es mentira, pues en realidad es SinB quien se mantiene sosteniendo con firmeza las manos de la híbrida inconscientemente–.

— ¿Ves? No tenías por qué preocuparte —le dice con una pequeña sonrisa en su rostro.

Al verla con aquella expresión y sintiéndose ya más calmada por lo que ha vivido recientemente, SinB le regresa el gesto acompañado además con una leve risita.— Supongo que sí —de reojo mira hacia el lugar en que se encontraba antes.— Gracias... Por cierto —es justo cuando dice eso y cuando regresa su mirada hasta la híbrida que se percata que aún mantiene sus manos sosteniendo las de ella.— Oh, perdón —se disculpa avergonzada mientras la suelta rápidamente.