Luna de Miel

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Capítulo XVI

Connie dió un corto beso a el rizado para luego llevar a la autoridad a la casa. Solo le dijo a las dos "Diviértanse, es su día"

Peridot se lanzó a Steven con mucha fuerza dándole un profundo beso que molestó a Lapis bastante. La gente aplaudía nuevamente.

— No es como lo imaginé; pero es igual de fantástico. — expresaba con gran júbilo la rubia

— Si me permites Peridot — se pronunciaba la ojos azules.

— Agg, olvidé que existías — se mostró molesta — bueno sé compartir. — se retiró.

— Me alegra que estés más segura, será difícil sino que Peridot te de tu espacio conmigo.

— Te parece si no hablamos de ello por ahora. — le regalaba un pequeño beso.

El joven tomó a las dos damas una a cada brazo de él con dirección a casa, el padre detuvo a Steven y Peridot, Lapis se alejó un momento.

— Bueno hijo, no lo esperaba de tí; pero supongo que tienes el encanto Universe.

— Sé que no es correcto papá; pero enserio buscaré la manera de solucionarlo.

— Eso espero hijo; pero por el momento, felicidades Peridot.

— Ja me sorprende ser su favorita.

— Siempre lo fuiste; pero no es a mi a quien debes convencer.

Lapis sentía ese pequeño alejo, tomó asiento mientras los otros hablaban, se sentía algo sola hasta que un toque el su espalda le llamó su atención.

— Felicidades, Lapis ¿no?

— Oh, gracias, ¿Acua?. — saludaba tímidamente — lindo cabello. — le comentó algo animada.

— Sí, es lindo como mis ojos. — le señalaba con sus dedos dicha parte.

— Lo noté — respondió entre pequeñas risas — de hecho son algo parecidos a los míos. ¿Eres hermana de Peridot?

— Por desgracia sí. — se expresaba burlesca

— Debes ser muy fuerte para soportarla. — le seguía el juego.

— Lo he sido desde que tengo conciencia, sobretodo cuando traía a sus "novios" a casa.

— Creo que eso no quiero saberlo.

— Es lo mejor, podrías traumante. Me sorprende que conozcas mi nombre.

— Lo oí de Steven, al parecer son amigos.

— Es un gran chico; pero me molesta que no pueda decidirse.

— A mi igual. — comentó algo apenada la ojos azules.

La rubia se acercaba, tomó un asiento y las acompañó.

— Felicidades tonta, acabas de casarte con dos mujeres y un hombre. Aunque no debe sorprenderme. — comentaba con risas la pequeña.

— Me casé con Steven niña, ¿de que hablabas con ella? — señalaba con la mirada a Lapis.

— Sobre lo irritante que eres. — le respondía risueña.

— Yo no hablé nada de… — se pronunciaba apenada Lapis.

— Pues parece que las dos ya tienen algo en común — la irrumpió con cierta molestia — aparte de sus tontos tonos azules.

Amores Compartidos (Quédate Conmigo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora