Propuesta Indecente

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Capítulo XXVII

El joven lucía relajado y enfocado en su trabajo; entrevistas por aquí y por allá, además de presentaciones, todo antes de su gira, una larga que lo alejaría de sus esposas por mucho tiempo.

Peridot era paciente con todo esto y no solo se podría decir que con estos últimos acontecimientos, sino también con la relación en general.

¿Qué tenía ella desde que todo inicio? Solo noches sexuales y una un par de citas con él y ella embriagados.

Aún recuerda ese momento a solas con él, ese bello y trágico encuentro, de hecho es lo mejor que tuvo con Steven desde que se casaron. No negaría que le gustaba ser la esposa que pasaba más noches pasionales con él; pero sentía que a comparación de las otras estaba perdiendo terreno.

Lapis era la que gozaba más ventaja a su parecer, aunque la pelo azul lo negara contantemente. Connie casi nunca parecía estar preocupada por todo esto, hasta parecía que ella ya sabía cómo terminaría todo, solo parecía aburrirle el esperar aquello que había planeado.

El rizado se iría dentro de poco y prácticamente vivirían solas de ahí por muchos meses.

Connie sería la que más podría visitarlo y pasar tiempo con él en público, ellas en cambio solo esperarían pacientemente su retorno, faltaba poco para esto, debía equilibrar o llevar la balanza a su favor o todo estaría acabado para ella.

Primero intentaría interactuar con el chico, si no llegara a funcionar esto usaría su último recurso con la espera de que pueda lograrlo, sea cual sea el costo.

Lo vió por un momento en la tarde, lo invitó a salir, un no fue lo que recibió como respuesta, estaba apunto de salir de gira y la prensa estaba detrás de él, así que tenerla en una cita podría ser algo controversial, bastante riesgoso a estas alturas.

Se tenía que conformar con pasar la noche con él. El muchacho llegaba cansado al anochecer, entró en la cama de la rubia con un rostro que expresaba agotamiento y desgano, aún así ella debía tratar de comunicarse.

— Ricitos podemos… — lo tomaba del pecho invitándolo a hablar.

— Creo que estoy algo cansado para eso. — la interrumpió interpretando lo que le dijo.

— No, yo solo necesito…

El chico con algo de molestia se puso encima de ella tomándole el rostro para dirigir distintos besos a sus labios, viendo que la rubia cooperaba llevó una mano a acariciar el cuerpo de la rubia diciéndole en un momento "Está bien"

La mujer seguía el juego hasta que tomó conciencia de que se repetía lo mismo de todas las noches, así que detuvo al muchacho antes de que eso llegue a subir de nivel.

— Tranquilo galán, solo quería hablar contigo. — se pinos risueña la agitada mujer

— Oh, perdón, ja, es la costumbre. — le daba su espacio — ¿Qué sucede?

— Bueno he visto que no estamos teniendo momentos a solas. — lo tomaba de la mano

— Eres con la que paso más las noches. — bromeaba el muchacho.

— Lo sé; pero no me refiero a sexo, quiero algo más. — se la oía algo molesta

— Usualmente cuando tú me dices que quieres algo más que sexo terminamos haciendo cosas raras. — seguía con el juego enfureciendo más a su pareja.

Amores Compartidos (Quédate Conmigo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora