El Retorno.

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Capítulo XXXIII

Los mismos y repetidos comentarios llegaban una y otra vez a él, no podía leer un periódico o revista, no podía observar la televisión ni revisar sus redes sociales sin que le afecten esas palabras.

Genérico, básico, estrella Pop. El simplemente formaba parte del gran montón y si en algún momento lo reconocían de algo era de esa torpe canción que había compuesto su esposa, estaba sencillamente atrapado.

Había acabado su gira, era por esto también que se hablaba de él, su mujer había vuelto a ser aquella que recordaba, esta que antes de incluso casarse le generaba alivio y alegría. Se volvía a esa casa, había pasado ya mucho, él esperaba que para este momento ya debía haberse acabado este raro juego; pero ¿qué podía hacer? Al final sigue indeciso, o almenos eso cree, aunque también puede ser que le duele pensar ver la reacción de a quien deje.

Jasper le abría la puerta y lo acompañaba a su habitación, Steven ya esperaba el largo informe de este hombre, sin embargo no oyó nada realmente convincente.

— He estado lejos por meses y lo único que dices es que se aumentó un árbol. Me parece algo extraño.

— Veo que no puedo engañarlo; pero debe hablar de esto con sus esposas que lo esperan en su estudio.

El hombre inconforme decidía seguir la sugerencia de su fiel empleado. Entró esperándo ver a dos contentas mujeres, raro era ver a las dos sentadas en el sillón observándolo con tranquilidad.

— Me alegra saber lo entusiasmadas que están. — bromeaba el muchacho cerrando la puerta.

— ¿Sigues amargado? — le cuestionaba la rubia.

— No es mi mejor momento y veo que tampoco el suyo.

— Creo que confundes nuestra seriedad con desinterés. Estamos contentas de verte de vuelta, es solo que queremos hablar de algo serio.

— Bueno, podrían iniciar contándome el porqué mi empleado de más confianza no me informa lo sucedido en mi ausencia.

— Decidimos estar sin servidumbre mientras no estabas. Nosotras nos encargamos de casi todo.

— ¿Por qué querían estar solas?

— Podrán ser empleados de tu confianza; pero no de la nuestra.

— Debieron comunicármelo antes.

— Nos disculpamos por ello, es solo que necesitábamos analizar bien nuestras situaciones. — se pronunciaba la escritora.

— Steven hemos tomado una desición y queremos explicarla. — se dirigía segura la bailarina.

— Háganlo.

— No es secreto que las dos hemos entablado una buena relación y tampoco es secreto que odiamos a Connie. — explicaba Lapis.

— El punto es que queremos que te divorcies de ella y te quedes con las dos. — se mostraba sin rodeos la rubia.

El muchacho quedó mareado, trató de asimilarlo; pero unas pequeñas risas se le escaparon mostrando indignación en los rostros de sus esposas.

— Perdón, fue extraño.

— Hablamos enserio. — se mostraba molesta la ojos vida.

— Lo sé, es solo que me es extraño; recuerdo el escándalo en mi cumpleaños, por cierto fue un buen golpe Peridot, también recuerdo nuestra luna de miel, echaste a Lapis humillándola. No puedo creer en que eso sea diferente ahora.

Amores Compartidos (Quédate Conmigo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora