Capítulo XXIV

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Había pasado una semana desde que paso todo lo del Jp, el ya está en su casa, pero aún no vuelve al liceo, hablando de liceo, no les dije que el Nico iba en nuestro mismo liceo, pero en otra letra. Precisamente en el E, donde están todas maracas. Uy que rabia.

-Oyee Valeee, Acompañame a vender super ochos por lo cursos poo.-Me insistió el Lucas. El hueón a webiado todo el día con que lo acompañe.-Ya po no veí que ya no puedo wear a la Belén.-así es, la Belén no estaba, la weta tenia licencia porque se fracturó el tobillo poniendose los tacos de la mamá y para rematar tiene fiebre.

-Ya oh, pero deja de wear culiao.-Dije enojá.

-SI ES MÁS LINDA MI WAWA.-dijo abrazandome.

-Ya vamos antes de que me arrepienta.-me tomo de la mano y se arrastro sala por sala.

(...)

-Hueón ya superalo nadie quiere comprar tus super ochos rancios. -Dije aburrida.

-Yapo, si nos queda la sala del E no más.-dijo haciendo puchero.

-Uy ya culiao.-Cuando llegamos al E, les juro que estaba pasao a mariscos, como no si todas las hueonas de ese curso pasan con el choro abierto.

-WENAA, ANDO VENDIENDO SUPER OCHOS A 200 ALGUIEN QUIERE?-grito el Lucas. Varios hueones se le acercaron a comprarle, entre ellos el Nico.

Compro dos super ochos, culiao chancho.

-Hola...-me saludo dandome un piquito.

-Holi...-le dije abrazandolo.

-Como hay estado?-Me pregunto haciendome cariñito en el pelo.

-Bien y tu?-dije jugando con su oreja.

-Bien, aquí soportando puro sacowea. Oye te tinca ir al mall después de clases?-me pregunto.

-Dale po, mi mamá no está así que cero ataos.-dije dandole un piquito.

-Queri entrar a la sala? Y nos sentamos juntitos para regalonear?.-me pregunto.

-nica entro a tu sala, desde aquí afuera se siente el olor a pescao de tus compañeras.-dije arrugando la nariz, el Nico que cago de la risa.

Al final, me convenció de entrar a su sala y si preguntan por el Lucas, el hueon llego y se fue con un mino, puto.

Loco apenas entre las minas me empezaron a mirar mal, el Nico me llevo a su puesto y me sentó arriba de el, harto lanzao el cabro.

(...)

Clases ya habían terminado y yo iba a salir con el Nico al mall.

Cuando iba llegando al portón lo vi sentadito esperandome.

-Holas.-dije para que después me diera un piquito.

-Hola beba.

Luego de un rato que tuvimos que esperar, por que la micro se demoro caleta, llegamos al mall. Como de costumbre mi instinto de helados estaba activado, pero como que me daba la pera aún ser tan directa con el Nico.

-Y bien, que quieres hacer?.-Me preguntó terrible piola.

-Emm.. puta no se, creí que ya tenías algo como planeado.-Dije riendome asi terrible nerviosa.

-Creí que la bella dama debería eligir que es lo que quería hacer.. y siento que dentro de aquella cabezita.-Dijo tocandomela delicadamente con un dedito.-tiene una idea.-Dijo dandome una tierna sonrisa al final. Este cabro quiere darme unos orgasmos vaginales sin si quiera ponerme un dedo encima.

Vecino culiao.||Pausada por edición|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora