La Elegida Por La Luz.(Hiccstrid)

23.La Prueba De La Cueva

Las olas del mar con su inconfundible sonido hacia que los nervios de Diamante se apaciguanse. Ella aún no ha hablado con Astrid, pero las palabras de su hermana todavía le daba vueltas.

Aramina fue la primera en darle los buenos días mientras volaba por los alrededores, cosa que solía hacer para sentirse bien.

-Buenos días,Renée. ¿Has dormido bien?

-Regular.

-Vaya hombre,una cosa de nada...

-Sé lo que tengo decir y hacer. No me lo recuerdes.

La gran Tifoomerang descendió en picado arrepentida, solo quería animar a su hermana pequeña de la discusión de ayer. Mientras tanto, en la aldea, Astrid se estaba despertando.

-Buenos días, Tormenta.

Su dragona siempre la despertaba todas las mañanas. Desdentao también lo hacía con Hipo, el daba golpes en el tejado.

-Buenos días, don mandón.

Al escucharlo, Astrid se levantó de golpe con muchas ganas de ver a Hipo.

-Buenas, Hipo.

-Hola, Astrid. ¿Dormiste bien?

Diamante llegó descendiendo a toda velocidad. Parecía enfadada.

-Buenos días. Astrid tenemos que hablar.

La joven se acercó algo preocupada por el tono de su amiga.

-¿Va todo bien?.

-Tengo que comunicarte que ya debes empezar la prueba y me temo que Hipo y su dragon deben abandonar mi isla. Lo lamento, es una decisión dura. Pero debe ser así. Además, vuestra gente necesita a su príncipe.

Hipo reaccionó muy alarmado, Diamante le estaba echando de su isla. Desdentao también reaccionó de la misma manera.

-¿Diamante de qué va todo esto?.

-Fuentes fiables me dicen que Stella se dirige pronto hacia aquí y Astrid debe invocar su poder elemental antes de que sea tarde. Hipo tu gente podría correr peligro y tu padre también.

Astrid lo mira muy seria para ver su reacción.

-Tiene razón. No puedo dejar a mi padre y a los demás indefensos. ¿Pero cómo voy a salir de aquí?.

-Con los portales mágicos, te abriré uno ahora mismo. 

En lo que abría el portal, Hipo de despedía de su amor.

-Tranquila estaré bien. Ten cuidado y haz lo que tengas que hacer.

-Lo sé.

Ambos se abrazaron fuertemente. El furia nocturna notaba a Diamante cambiada desde a noche.

-¿Que te ocurre, Diamante?

El portal ya se había abierto. Desdentao bajo del tejado esperando a Hipo. Los dos amigos se adentraron en él. Hipo se volvió hacia Astrid despidiéndose de ella con la mano.

-¿Tormenta no viene?.

-Ella se queda con su ama. Por si la necesita. Le responde con el mismo tono de autoridad.

Desdentao se volvió hacia ella triste y serio. Veía tristeza en sus ojos.

-Adios, jóvenes guerreros.