4

528 51 6
                                    

—¿Qué pasa, Hale?—preguntó Lydia.

Me había quedado mirando el bote con cara de asustado.

—Tíos... Esta mierda... Caducó en 2005. Os recuerdo que estamos en 2010.

Ante mi sorpresa, todos se echaron a reír. Sus risas resonaron en las paredes de los azulejos, multiplicándose y haciéndome sentir más estúpido de lo que me había sentido al gritar con una voz vergonzosamente aguda.

—¡Venga! ¡No me digas que te cagas por eso!—me dijo Martin.
—Lo de las fechas de caducidad es un rollo—siguió Stiles, que también sonreía.


Isaac se miraba en el espejo.

—Creo que empiezo a ponerme moreno...

—A ver—McCall se le unió, mirándose en el espejo y seguidamente uno al otro—. ¿Estoy más moreno? ¿Lo estoy?

—Creo que sí, Scott.

—Venga, Derek—me dijo Lydia, quitándome el bote y volcando el resto de la sustancia en mis manos—. Todos nos la hemos echado y ya has visto que no nos ha pasado nada. Ahora te toca a ti.

Miré el líquido blanco escurridizo que mojaba las palmas de mis manos. No quería quedar como el gallina de turno que se echaba atrás, así que terminé cediendo y me embadurné la cara, el cuello y las manos.

Los demás me aplaudieron soberanamente cuando terminé. Martin me dio unas palmadas tan fuertes en la espalda que casi se me cae de las manos el bote.

Inmediatamente comenzamos a pelearnos por mirarnos en el espejo para ver quién se ponía moreno primero.

Era una estupidez. Parecíamos unos jodidos críos, pero la idea de estar morenos en pleno invierno era, cuanto menos, interesante.

—Creo que esto no funciona—se lamentó Stiles, desilusionado, mientras se observaba en el espejo.

—Aquí dice que el resultado es un bronceado perfecto en pocos minutos—leí la etiqueta y negué con la cabeza—. Sabía que no funcionaría. Sabía que no...

El chillido de Scott cortó mi frase. Todos lo miramos. Estaba algo encogido, con las manos formando un cuenco.

—¡Mi cara!—exclamó, temblando—. ¡Oh, Dios, mi cara!

Bajamos la mirada hasta sus manos y observamos, horrorizado, cómo sostenía un trozo de su propia piel.

DEREK HALE, el peludo (Sterek) -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora