[Especial Año Nuevo]

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Se sacudió el cabello mientras bajaba a toda prisa por las escaleras, pues Amanda estaba por llegar a casa.

Tecleó algún mensaje rápido en el celular y se dirigió directamente a la puerta, pues el auto estaba estacionandose enfrente.

Guardó el celular en su bata y miró hacia el auto de Amanda, sorprendiendose de lo guapa que venía, aunque sin duda que daba miedo si traía al enorme Rocky enfrente de ella.

— Si sigues llevando a Rocky a cada lugar donde vas, nadie va a querer acercarse a ti y morirás sola — se burló al mismo tiempo que ella estaba ingresando a la casa.

— Si no te callas, lo entrenaré para que te muerda el culo... — le dirigió una fugaz mirada a su parte trasera — ah, no, espera... No tienes — la mujer rompió el silencio con una carcajada y Hyungwon rodó los ojos.

— Eres una jodida loca... — gruñó cerrando la puerta y ella avanzó tranquilamente.

— Al menos no soy una rana sin culo juju — se tapó la boca, sabiendo que estaba irritando a su mejor amigo.

— Mira no me hag... — en ese momento sintió una pequeña mano tocarle el brazo y notó que era su pequeño Hoseok, totalmente blanco — ¿hijo? ¿Qué demonios te pasó?

— Niño ¿acaso te disfrazaste de Casper para recibir el año nuevo? — se rió del pequeño quien simplemente sonrió travieso y salió corriendo hacia la cocina.

Hyungwon ignoró a su amiga y siguió a su hijo, sinceramente esperando encontrar un desastre en la cocina.

Pero grande fue su sorpresa cuando se encontró a su madre casi en la misma condición que el pequeño Hoseok.

— ¿Mamá? ¿Qué dem... — la mujer se rascó el cuello un poco nerviosa al ver a Amanda tan sorprendida — ¿Qué pasó aquí? — echó un vistazo por la cocina y el desastre estaba por todos lados.

— A ver, Hyungwon... — sonrió nerviosa a su hijo y luego miró a su sonriente nieto — Hoseok me contó de tus planes para este día, así que me dio la maravillosa idea de hacer galletas para regalar, pero... — echó un vistazo por todo el lugar — digamos que hacer galletas era asunto de Linda, lo lamento... — Hyungwon suspiró melancólico ante el comentario — prometo limpiar todo el desastre pronto, es dec...

Hyungwon interrumpió sus palabras y la envolvió en un cálido abrazo, sin importarle que ella estuviera cubierta de harina y él recién duchado.

— No te preocupes... — le sonrió, sintiendo sus ojos humedecerse — sé que Linda estaría muy orgullosa de tu esfuerzo... — la mujer suspiró melancólica y se separaron — además... — miró a su amiga — Amanda está aquí para hacer eso — sonrió con malicia hacia su amiga.

— Tú... Pedazo de... — bajó el volumen de su voz pero simulando con sus labios mil maldiciones para su amigo.

— Bien, debo terminar de prepararme... Y tú — señaló a su hijo — deberías tomar una ducha y darle mejores ideas a tu abuela, sé que quieres pasar este día con ella pero por favor no incendies nuestra casa...

El niño asintió sonriente y salió corriendo hacia su habitación, mientras Amanda comenzaba a ponerse un delantal para no dañar su preciosa ropa con las pizcas de harina.

Obviamente la mirada asesina hacia su sonriente amigo no estaba ausente.

...

Cuando bajó del auto apenas podía escuchar sus pasos, pero a medida que avanzaba hacia el establecimiento, podía oir con mayor claridad la algarabía que había dentro.

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