Capítulo VI

91 21 2
                                    

Noticia sobre noticia

Domingo 13 de enero

Mi madre hoy me ha preparado mi desayuno favorito. Después de desayunar, espero a que mi mamá lave los trastes mientras yo tomo mi habitual jugo de tomate. Por una curiosidad extraña decido prender la televisión...

—Aburrido... —susurro mientras presiono bruscamente los botones del control remóto para cambiar de canal—. Aburrido... —replico con desdén mientras vuelvo a cambiar de canal—. Oh, el canal policíaco.... Interesante.

«En la madrugada de este domingo ocurrió un multihomicidio en nuestra ciudad...»

Mi madre deja de lavar trastes para ver lo que dicen en la televisión.

«En la casa del millonario Rocardel Befuel, dueño de la embotelladora de agua "Manánzul" que el día viernes 11 de enero del presente año había sido demandado por contener en una de sus botellas arsénico el cual mató a un joven estudiante de apenas 17 años ha sido encontrado muerto junto a sus guardaespaldas y unos amigos. Todos fueron asesinados a sangre fría.

Otro amigo del millonario fue encontrado muerto a apenas unos metros de la casa de Befuel, junto a su auto, el acto atroz cometido a este último denota el horror del acto, al parecer, según los primeros informes, fue testigo de lo presenciado en la casa del millonario e intentó huir por lo que el asesino lo decapitó y destazó en ocho partes sin piedad alguna...»

—Pero , ¿qué mier...? —me exalto sorprendida por la noticia.

«Aun así, se harán las averiguaciones previas para encontrar a los culpables de este acto tan despiadado...»

—Ojalá atrapen a esa persona sin corazón... —dice mi mamá con un tono enojado y preocupado.

—¡Nooo...! —la interrumpo.

—¿Por qué? —pregunta confusa mi madre...

—Porque... —digo dudosa— digo, no deberían dejar libres a los asesinos. Aunque por algo los asesinaron, y tal vez fueron otras personas los que asesinaron dentro de la casa... Y al que mataron junto al coche fue alguien más... no sé, todo es posible.

Mi madre se me queda viendo con una cara de confusión que me da a entender que he hablado de más.

—¿Y tú como puedes estar tan segura?

—Teorías mami, simples teorías...

Salgo un rato al patio, me siento en una piedra con forma de silla.

«¿Pero qué demonios? Yo solo maté a una persona pero me están cargando a cinco muertitos más... Ah, ¡qué se jodan! Es imposible que sepan quién fue, es decir, no hay pruebas. No dejé pruebas que me incriminen por el tipo que yo maté, y de los otros, tampoco...»

Después de pensarlo un poco.

«Naaa, me hicieron un favor al añadir a más gente a mi lista... ¡Quiero más jugo de tomate!», concluí de forma inmadura.

Ya en la noche.

—¡Hija, a cenar! —grita mi padre desde la cocina.

—Ya voy —contesto con fuerza para que me escuchen.

Cuando llego a la cocina la mesa ya está servida. Y tienen encendido el televisor y puedo escuchar:

«Entre otras noticias, continúan las investigaciones sobrelos homicidios ocurridos ayer en la casa del millonario Befuel. La joven que descubrió el cuerpo del hombre junto a su coche dice a ver visto a una persona corriendo del lugar, según la descripción era de complexión delgada. Cuando llego al lugar dice que escuchó una voz suave. Todo indica que hay una mujer involucrada una mujer involucrada...»

«Mierda, mierda... ¡MIERDA!» pienso disimulando mi impresión.

«... la joven testigo se mantendrá en custodia como testigo protegido en lo que se da con el paradero de la presunta asesina involucrada.»

—¿Pasa algo? —pregunta mi papá mirándome a la cara.

—No, papá, solo pensaba en la pobre mujer que encontró aquel cadáver, que mal la habrá pasado...

«¡Uy sí!».

—Pues sí, que... horror... —contesta mi madre mientras me abraza.

—Por cierto, ¿ustedes a dónde creen qué la resguarden? —indago.

—¿A dónde más? —sonríe—. En la comisaría. En ese edificio gigante, debe estar protegida en algún departamento de alta seguridad.

—Oh... —contesto de pensativa.

—¿Por?

—Por nada, solo era curiosidad —sonrío con simpleza.

Justo antes de dormir, es decir, como a las casi doce de la noche:

—Bueno, ya sé a donde es mi próxima misión... —le digo a la nada sabiendo perfectamente lo que tengo que hacer.

Diario del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora