La masacre
Jueves 17 de enero
He pasado estos días investigando, y en efecto, la testigo se encuentra en la comisaría. Dieron por error su nombre en televisión: Sarah Pirrer.
Conseguí los planos de la comisaría (en internet, y obviamente de forma no legal), es un edificio de 10 piso poco fortificado, se encuentra a la orilla del bosque. La toma de electricidad que distribuye energía al edificio se encuentra en el sótano principal. También en el séptimo piso se encuentran departamentos "alta seguridad" para testigos, ahí debo ir.
Voy a usar ropa negra que tenga bolsillos, unos guantes negros de látex negros y una capucha como la anterior, que cubra mis ojos.
Llevo mi ninjatō, además 4 kunais (los míos: tienen la apariencia de un cuchillo pero de doble filo, la punta es afilada con los bordes aserrados. Y mide siete pulgadas de longitud aproximadamente), un tekagi-shuko (los míos: consisten en dos bandas de metal unidas por una correa de cuero, ajustadas alrededor de la palma y alrededor de la muñeca, también al dorso de la mano. La banda superior tiene una variedad de cuchillas muy afiladas y protuberancias punzocortantes) en la mano derecha encima del guante y las pinzas que robé del taller de mecánica hace un mes.
Afuera de la comisaría. Hoy por la tarde, muy tarde.
—Según los planos hay una entrada en la parte que da al bosque, por ahí entraré —me digo silenciosamente dándome la orden de entrar.
Voy por los árboles, cruzo la reja y veo una puerta, está cerrada.
«¡Mierda!».
Lo menos razonable sería tocar a la puerta.
Toco la puerta.
Me escondo contra la pared y veo que alguien abre la puerta.
—¿Sí? —dice una voz masculina.
—Aquí... —contesto para que se aleje de la puerta.
—Dígame, ¿qué necesita? —contesta nervioso mientras se dirige a mí.
—Vera, necesito matar a la testigo que tienen en custodia.
—¿Qué? ¿Estás loca? —contesta con una voz sorprendida e ingenua.
—Sí, probablemente... —le contesto mientras saco mi ninjatō.
El tipo se lanza contra mí y yo sin darle tiempo decapito de un gajo su cabeza, ésta cae al suelo rebotando y enseguida su cuerpo se desploma.
—Lois, escuché un ruido, ¿todo bien?
Otro policía sale y busca con la mirada a su compañero.
Tomo la cabeza de "Lois" y la aviento contra el policía, él grita horrorizado por lo que ve y corre hacia mí.
—¿Era buen policía? —le digo con sarcasmo.
—¡Pagarás por esto!
Él y yo nos encaramos, él saca su pistola y me apunta con ella.
—Oh, ¡qué lindo juguete! —le digo entre risas. Él se acerca más a mí. Demasiado diría yo. Me lanzó contra él como si quisiera abrazarlo pero es para evitar que me dispare, al hacerlo le clavo el ninjatō en su estómago atravesándolo por completo, hasta salir por la espalda. Lo suelto rápidamente para evitar mancharme mucho de la sangre que le empieza a salir—. ¡Lástima que no tenga tiempo para juegos! —le digo con una voz seca y firme mientras veo como saca sangre por la boca.
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Diario del Placer
Mystery / ThrillerEl placer de matar personas que poco a poco se convierte en una obsesión va marcando una personalidad hostil desde muy pequeña, logrando así, cometer crímenes atroces. Después de cometer varios asesinatos, uno de ellos la conectará con su pasado, d...